Empresas del sector minero reafirman su confianza en la economía chilena y se plantean nuevas inversiones en el país suramericano en medio del auge de la explotación del cobre.
El cobre sigue siendo el motor económico de Chile, representando cerca del 10 % del PIB y cerca del 50 % de las exportaciones del país. Se trata de una actividad económica que está generando nuevas oportunidades de empleo y progreso para las comunidades locales.
Empresas como Antofagasta Minerals y SQM están invirtiendo en tecnologías avanzadas para optimizar la extracción y procesamiento del cobre, mientras Codelco sigue impulsando proyectos clave para fortalecer la infraestructura minera del país.
Otro ejemplo de confianza en el país se da con el Proyecto de Adaptación Operacional (PAO) de Minera Los Pelambres, que fue aprobado en octubre de 2023 y se encuentra avanzando en la etapa previa a su construcción.
Recientemente, Mark Bristow, CEO de Barrick Gold, destacó en una entrevista con La Tercera un “gran cambio en la perspectiva hacia nuevas inversiones» en Chile, reflejando una confianza renovada en el clima de inversión enfocándose en la posible expansión de sus operaciones y en la adopción de prácticas sostenibles.
Cabe destacar que, a raíz del crecimiento de esta industria, se dio la aprobación del royalty minero, una iniciativa que establece la distribución de mayores recursos a gobiernos regionales y municipios de todo el país.
“Es importante reconocer que las comunidades cercanas a las minas son tan relevantes como los chilenos económicamente activos en las grandes ciudades. En los últimos cinco años, hemos observado una percepción más inclusiva en Chile…”, señaló Bristow en relación con el royalty minero y cómo las comunidades se verán impactadas positivamente con este beneficio.
El cobre es considerado esencial para la transición energética global, ya que se utiliza en tecnologías limpias como las energías renovables y los vehículos eléctricos. Su demanda global está aumentando, lo que posiciona a Chile como un actor clave en el proceso de descarbonización a nivel mundial.
Y es que, según América Economía, el interés en proyectos de cobre en Chile ha alcanzado niveles sin precedentes con inversiones que superan los $15 mil millones en el último año. Este auge es un testimonio del ambiente favorable que Chile ofrece a los inversionistas internacionales, motivado por políticas estables y una legislación minera robusta.