Cuba, Venezuela y Nicaragua arremetieron contra el «doble rasero» de la comunidad internacional que trata en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de aprobar una resolución de condena de la invasión de Rusia a Ucrania, tras cumplirse la primera semana del conflicto bélico.
Los tres países, aliados de Rusia en la región, justificaron la preocupación por la ampliación de la OTAN hacia las exrepúblicas soviéticas.
Pedro Pedroso Cuesta, el embajador de Cuba ante la ONU, fue el más contundente: «La resolución que fracasó el viernes último en el Consejo de Seguridad por el veto de la propia Rusia, y la que tiene previsto votar la Asamblea General este miércoles en la tarde, no tiene en cuenta las legítimas preocupaciones de todas las partes «en el conflicto».
«No resulta posible examinar con rigor y honestidad la situación actual en Ucrania sin valorar detenidamente los factores que han conducido al uso de la fuerza, como son el empeño estadounidense de continuar la progresión de la OTAN hacia las fronteras de la Federación de Rusia y la entrega de armas modernas a Kiev que equivalen a un cerco militar», consideró.
«No es posible conseguir la paz cercando y acorralando a los estados», advirtió antes de sostener que Cuba «rechaza la hipocresía y el doble rasero de la comunidad internacional».
Por su parte, el representante de Nicaragua, Jaime Hermida Castillo, utilizó el mismo término que el diplomático cubano. «Rechazamos el doble rasero», aseveró.
«La ONU no puede ser utilizada para profundizar los conflictos», aseguró su homólogo venezolano, Samuel Moncada, cuyo país no podrá votar al acumular una deuda que ronda los 40 millones de dólares con la ONU.
Venezuela apoya a Rusia, Bolivia a medias
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, expresó su «fuerte apoyo» a su homólogo ruso, Vladimir Putin, durante una llamada telefónica a una semana de la invasión rusa en Ucrania, mientras que el embajador ruso en Caracas, Serguei Melik-Bagdasarov, afirmó que ambos países «mantienen la conexión aérea».
Desde que inició la invasión, Rusia esgrime la «legítima defensa» prevista por el artículo 51 de la Carta de Naciones Unidas para justificar la invasión y repite que «no empezó esta guerra».
«Estas operaciones militares las inició Ucrania contra los habitantes de Donbass (la región separatista del este del país) y contra todos los que no estaban de acuerdo con ella», defendió el embajador ruso, Vassily Nebenzia, ante la Asamblea General.
En tanto, Bolivia rechazó la operación especial militar de Rusia en Ucrania, pero denunció al mismo tiempo acciones de otras potencias agrupadas en la OTAN que ponen en riesgo la seguridad y la paz internacionales.
«Bolivia rechazó con firmeza y rechaza todas las invasiones y acciones unilaterales realizadas por varias potencias a lo algo de la historia reciente, vulnerando el derecho internacional y la misma carta de las Naciones Unidas, y ejemplo de ello es Afganistán, Irak, Libia, Siria, Palestina y hoy Ucrania», disparó el embajador boliviano en la ONU, Diego Pary.
Tras la reacción inicial de la Cancillería de La Paz, que lamentó la semana pasada la escalada militar en Ucrania, pero no mencionó a Rusia, el discurso de Pary ante la Asamblea de la ONU constituyó la primera vez que Bolivia condenó explícitamente la operación militar especial de Moscú.
El resto de América Latina condena a Rusia
Una decena de países, entre ellos Argentina, Colombia, Chile, Costa Rica, Ecuador, Uruguay, Panamá, Guatemala, Perú y Paraguay, forman parte de cerca del centenar de copatrocinadores de la resolución presentada por los europeos y Ucrania que tiene como fin condenar la invasión rusa.
México, que junto con Francia promueve una resolución en el Consejo de Seguridad sobre la situación humanitaria en el terreno con escasas probabilidades de prosperar, consideró que la crisis puso de manifiesto las incongruencias de un sistema nacido en 1945 que no se renovó un ápice.
«Es reprobable desde todo punto de vista que un país con derecho a veto (China, Estados Unidos, Rusia, Francia y Gran Bretaña) puedan recurrir a esta prerrogativa en un caso que los conciernen directamente, como ocurre con Rusia, que hasta el 28 de febrero fue además presidente temporal del Consejo de Seguridad», manifestó el embajador mexicano, Juan Ramón de la Fuente.
Mientras que el representante de Chile recordó; «De todas formas, el hecho de que la reunión en la Asamblea General sea la primera vez en décadas en este formato da cuenta de la excepcionalidad de la situación y de la frustración de la comunidad internacional por la paralización de Consejo de Seguridad para adoptar una decisión en pro de la paz», sentenció.