El exdirector de la Policía de Honduras, Juan Carlos Bonilla, fue detenido en las últimas horas en cumplimiento de una orden de extradición de Estados Unidos, acusado de narcotráfico, en una causa que incluye al expresidente Juan Orlando Hernández, y fue trasladado hoy a la Corte Suprema de Justicia (CSJ) para su primera audiencia.
Bonilla fue trasladado con un importante despliegue policial, similar al utilizado para llevar al exmandatario Hernández al máximo tribunal, el 16 de febrero pasado.
El director de la Policía entre 2012 y 2013 había sido mencionado como «co-conspirador» de narcotráfico del exdiputado Juan Antonio «Tony» Hernández, en un juicio en el que el hermano del expresidente fue condenado en marzo de 2021 a cadena perpetua en la Corte del Distrito Sur de Nueva York.
Desde mayo de 2021 se había informado que Estados Unidos había solicitado la extradición de Bonilla por las menciones en los procesos de Nueva York.
A través de medios locales, Bonilla negó en aquel entonces los cargos que le fueron atribuidos por el fiscal de Manhattan, Geoffrey Berman.
«Juan Carlos Bonilla Valladares, ex jefe de la Policía Nacional de Honduras, presuntamente abusó de sus puestos en la policía hondureña para burlar la ley y desempeñar un papel clave en una violenta conspiración internacional de tráfico de drogas», indicó el fiscal federal el 30 de abril del 2020.
«Elementos de las fuerzas especiales de la policía ejecutaron la captura en el peaje de Zambrano», precisó la vocera de la Policía, Rebeca Martínez.
El exdirector policial, quien también está acusado del uso de armas de fuego para transportar drogas, fue trasladado a la sede de las fuerzas especiales de la Policía conocida como Los Cobras, donde también está recluido el Hernández.
Estados Unidos también quiere la extradición de Hernández
El exmandatario, por quien Estados Unidos pidió la extradición el 14 de febrero pasado, comparecerá a la segunda audiencia el 16 de marzo próximo. Mientras tanto, permanecerá en prisión a la espera del dictamen.
En una «carta abierta», Hernández reiteró su rechazo a los cargos al criticar que la decisión se tomó basados en «reportes de medios de comunicación y además de declaraciones de narcotraficantes y asesinos confesos que fueron extraditados por su gobierno».
«Durante mi administración se redujo en un 83% el tránsito de droga por Honduras, pasando de 87% antes de que asumiera el cargo, en el 2013, a solo 4% en 2020», aseveró.
Sin embargo, en los juicios de Nueva York Honduras fue calificada como un «narco-Estado» por la participación de altas autoridades del gobierno, políticos y empresarios en el delito.
Fabio Lobo, hijo del expresidente de Honduras Porfirio «Pepe» Lobo (2010-2014) -del Partido Nacional, al que pertenecen los Hernández- fue condenado a 24 años de cárcel en Nueva York en 2017 por ayudar a traficar 1,4 toneladas de cocaína a Estados Unidos.
La presidente Xiomara Castro, que asumió el pasado 27 de enero en reemplazo de Hernández, prometió combatir la corrupción y el narcotráfico, para lo cual recibió el respaldo de Estados Unidos. La vicepresidenta Kamala Harris asistió a la toma de posesión.