Didi, el gigante chino del transporte por carretera, anunció hoy que dejará de cotizar en la Bolsa de Valores de Nueva York, Estados Unidos, a menos de seis meses de su debut, para hacerlo solamente en la de Hong Kong, tras meses de tensiones con las autoridades chinas por su participación en Wall Street.
La compañía no resistió la presión. De hecho, sus títulos se hundieron un 44% -desde su salida a la bolsa de Wall Street el 30 de junio- tras conocerse que los reguladores chinos le habían pedido que formulara un plan para dejar de cotizar en Estados Unidos.
Supuestamente, China quería que abandonara Wall Street ante una posible filtración de datos sensibles nacionales. Esto debido a que es la mayor aplicación de transporte en coche del país asiático y tiene mucha información sobre rutas de viaje y usuarios.
Didi aparentemente enfadó a los reguladores chinos cuando siguió adelante con sus planes de saltar a la bolsa estadounidense sin resolver los problemas de ciberseguridad pendientes.
La salida de la Bolsa de Nueva York pone en peligro las enormes participaciones de la japonesa SoftBank y la estadounidense Uber, empresas que en su conjunto poseen más del 30% de Didi, según datos de FactSet. Ante esto, las acciones de SoftBank en Japón bajaron hoy un 2,5%.
En un comunicado publicado en su página web, Didi aseguró que la junta directiva aprobó la decisión y que convocará más adelante a los accionistas para que voten esta propuesta.
Además, contempla que los títulos retirados del parque neoyorquino «sean convertibles a acciones libremente negociables de la compañía en otro mercado de valores reconocido a nivel internacional».
La junta también autorizó a iniciar los procesos necesarios para optar a otra salida a bolsa, esta vez en Hong Kong, mercado al que acudieron varias grandes tecnológicas chinas como Baidu o Trip.com, ante los temores de que Estados Unidos tome medidas como su exclusión de los mercados de valores de su país.
Didi debutó en Nueva York el 30 de junio, recaudando unos 4.400 millones de dólares y situando su valoración de mercado en unos 80.000 millones de dólares.
Sin embargo, el valor de sus acciones se ha desplomado casi un 45% desde entonces, ya que solo dos días después las autoridades chinas anunciaron una investigación contra la empresa por asuntos de ciberseguridad y retiraron tanto la app de Didi como otras 25 vinculadas a la compañía de las tiendas virtuales chinas, prohibiéndoles asimismo registrar nuevos usuarios.
Tras el caso de Didi, el regulador bursátil estadounidense endureció los requisitos para las firmas chinas que quieran salir a bolsa en Wall Street, con exigencias como la de aclarar explícitamente a los inversores si recibieron o no permiso del Gobierno chino para cotizar en los mercados norteamericanos.