El serbio Novak Djokovic, número uno del ranking mundial de la ATP Tour, volverá a jugar mañana después de dos meses de inactividad ante el español Alejandro Davidovich, en un partido por la segunda ronda del Masters 1000 de Montecarlo, que se juega sobre polvo de ladrillo y reparte premios por 5.802.475 de euros.
«Nole» será foco de miradas y críticas, ya que es el único top 100 que no está vacunado contra el covid-19, motivo por el cual fue deportado de Australia, y se perdió los Masters 1000 de Indian Wells y Miami al no tener permitido el acceso.
«Estoy probando mi motor y construyendo mi juego. Me tomará un tiempo y algunos partidos para entrar en ritmo y encontrar el nivel competitivo que necesito. Roland Garros es el objetivo final en la temporada de polvo de ladrillo», afirmó.
Djokovic jugará su segundo torneo del año en Montecarlo y el primero desde que alcanzó los cuartos de final del torneo de tenis de Dubai en febrero.
Esto ocurrió después de que fuera expulsado de Australia, antes del Abierto de ese país, por haber ingresado sin estar vacunado contra el covid-19.
«Extraño la competencia. Todavía siento la motivación de estar en el circuito y competir con muchachos jóvenes, tratar de luchar por los títulos más importantes. Los últimos cuatro o cinco meses fueron desafiantes para mí en lo mental y a nivel emocional, pero trataré de dejar todo eso atrás y seguir adelante» manifestó.
Volver al ruedo
En Montecarlo, Djokovic no solo intentará alcanzar su tercera corona -fue campeón en 2013 ante el español Rafael Nadal y en 2015 ante el checo Tomas Berdych- sino además buscará seguir en la cima del ranking, donde atraviesa su semana número 365.
El tenista, de 34 años, se enfrentará con el español Alejandro Davidovich Fokina (46), quien hoy le ganó al estadounidense Marcos Giron por 7-5 y 6-3.
En febrero, Djokovic perdió su puesto de número 1 del mundo a manos del ruso Daniil Medvedev, pero el 20 veces campeón de Grand Slam volvió a la cima de la clasificación tres semanas después tras la derrota de Medvedev en segunda ronda ante Gael Monfils en Indian Wells.
«Tienes que lidiar con todo lo que probablemente ha estado latente en tu interior y que tal vez está esperando para salir», admitió Djokovic al reflexionar sobre la debacle del Abierto de Australia.
«Intento lidiar con ello a diario o semanalmente, lo que sea. Si algo sale a la luz, lo reconozco, pero sigo adelante», añadió.
«No es algo que me moleste a diario, así que no siento que me haya dejado grandes cicatrices que me impidan entrenar o participar en torneos o vivir mi vida, ni mucho menos. Pero definitivamente han sido unos meses muy desafiantes y algo que nunca había experimentado antes. Así que intentaré usar eso como combustible para lo que viene», subrayó.
Djokovik luchará por el título con el número 3 del mundo, el alemán Alexander Zverev, y el número 5 y defensor del título, el griego Stefanos Tsitsipas, entre otros.
