El número uno del tenis mundial, el serbio Novak Djokovic, permanecerá hasta el lunes retenido en un hotel de Melbourne, luego de apelar la cancelación de su visa de ingreso a Australia por no estar vacunado contra el Covid-19.
En una audiencia celebrada este jueves en la ciudad, el abogado del Estado australiano Christopher Tran aseguró que el Gobierno no tiene previsto expulsar al serbio antes del lunes, cuando se realice una segunda mediación judicial.
Djokovic, de conocida posición contraria a la vacuna, viajó a Melbourne para afrontar el Abierto de Australia, el primer Grand Slam del año, a partir del 17 de enero luego de conseguir una «exención médica» por parte de las autoridades oceánicas.
Sin embargo, al aterrizar ayer en la ciudad del estado de Victoria, el serbio quedó retenido por el personal de Migraciones del Aeropuerto Internacional Tullamarine debido a un problema con su visado.
Agentes de la Fuerza Fronteriza de Australia (ABF) lo escoltaron hasta una oficina de la estación aérea, donde el tenista fue interrogado durante horas sin acceso a su teléfono celular, según denunciaron desde su entorno.
El incidente se convirtió en un escándalo diplomático cuando el presidente serbio, Aleksandar Vucic, acusó a las autoridades australianas de «maltrato» al número uno del tenis mundial y de ejercer una «caza política».
Posteriormente, la fuerza de control migratorio de Australia defendió su procedimiento en un comunicado: «La ABF continuará asegurándose de que quienes lleguen a nuestra frontera cumplan con nuestras leyes y requisitos de entrada».
«La ABF puede confirmar que el Sr. Djokovic no proporcionó las pruebas adecuadas para cumplir con los requisitos de entrada a Australia y, posteriormente, se canceló su visa. Los no ciudadanos que no tengan una visa válida a la entrada o que hayan cancelado su visa serán detenidos y expulsados de Australia», aclaró el organismo.
Djokovic, de 34 años, no aportó evidencia de tener la vacunación completa, o justificación para estar eximido de ella, aseveró el primer ministro Scott Morrison.
«Las reglas son las reglas, especialmente cuando se trata de nuestras fronteras. Nadie está por encima de las reglas», aseguró en una conferencia de prensa.
Un grupo de aficionados se congregó hoy en el Park Hotel de Melbourne donde está alojado el tenista para pedir por su liberación.
El establecimiento, usado como centro de cuarentena el año pasado, también alberga detenidos que fueron trasladados desde las islas de Manus y Naur.
Djokovic acudió a Australia después de anunciar que había conseguido un permiso sanitario para jugar el Aus Open en busca de su décimo título y de batir el récord de 20 Grand Slams que ahora comparte con el suizo Roger Federer y el español Rafael Nadal.
En el pasado, el número 1 del ranking ATP hizo pública su oposición a la vacuna contra el coronavirus y se negó repetidamente a confirmar si se había inoculado por considerarlo un acto de reserva personal.
El Abierto de Australia exige que todos sus participantes deben estar vacunados o disponer de una exención otorgada por dos comités de expertos independientes.
Nadal considera que Djokovic «ha tomado sus propias decisiones y eso tiene consecuencias»
«Desde luego no me gusta esta situación, y de alguna manera lo siento por él. Pero ha tomado sus propias decisiones y eso tiene sus consecuencias», sostuvo el tenista español Rafael Nadal, número seis del mundo, en relación con el escándalo que involucra a Djokovic.
Tras meses de ausencias y un reciente contagio de Covid-19 que definió como «extenuante», el español comentó: «Tuve coronavirus y fui vacunado dos veces. Si se hace esto, no tienes ningún problema en jugar aquí y en cualquier parte. Eso es lo único que está claro», subrayó.
Nadal, en contraposición con su rival, se mostró abiertamente partidario de las vacunas: «La pandemia ha causada la muerte de mucha gente y, en mi opinión, el mundo ha sufrido ya bastante como para no seguir las reglas», puntualizó.
El mallorquín de 35 años contó su experiencia tras contagiarse durante el torneo de exhibición en Abu Dabi: «Estaba extenuado y tenía fiebre. Me quedé en la cama dos días sin poder moverme porque estaba muy mal y tenía fiebre», contó.
Nadal le ganó hoy al lituano Ricardas Berankis por 6-2 y 7-5, en un partido por la segunda ronda del ATP de Melbourne, que se juega sobre superficie dura, reparte 521.000 dólares en premios y es preparatorio para el Abierto de Australia, primer Grand Slam del año.