Dominicana busca ser referente de políticas verdes en América Latina

República Dominicana tiene el objetivo de transformarse en un referente de las políticas verdes en Latinoamérica a partir de convertir en bolsas, platos o botellas desechables los residuos del plátano, guineo, yuca, coco seco, caña de azúcar y arroz, contribuyendo así con la reducción del uso de plásticos, ayudando al medio ambiente y aportando a la economía circular.

El plástico es uno de los agentes más contaminantes del planeta, es el segundo residuo en los vertederos, solo superado por los desechos orgánicos.

Por esta razón un estudio realizado por el laboratorio de innovación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD) busca que empresas dominicanas sustituyan el uso de plásticos por productos elaborados con material biodegradable provenientes de los residuos agrícolas.

El estudio, además, destaca el potencial de los desechos orgánicos para crear bioplástico y no descartan la posibilidad de la utilización del sargazo, el cual afecta las costas del Caribe por temporadas.

 

La problemática

El plástico es uno de los principales contaminantes de los océanos. Anualmente más de ocho mil toneladas de desperdicios de este tipo acaban en los mares.

República Dominicana, un país cuyos mayores atractivos turísticos son las playas, busca «cómo mitigar el impacto usar y tirar este tipo de productos».

Se estima que, en 2020, se generaron 903.040,1 toneladas de residuos de envases y embalajes en el país.

El 44%, unas 397.857,8 toneladas, corresponden a material plástico. De este total, se recogieron el 8,7%, unas 34.756,9 toneladas.

Una de las dificultades que tiene Dominicana es la recolección, ya que no existe un programa de reciclaje nacional, sino que toda la basura es tirada en un mismo contenedor.

En el país caribeño, 37 empresas se encuentran registradas como empresas recicladoras, de estas 26 se encargan del plástico.

 

Varias iniciativas para un mismo problema

El potencial de sustitución de los plásticos en base a materia prima fósil por plásticos biodegradables se suma a otras iniciativas verdes hechas en el país, como lo es Nuvi.

Es una alianza de 19 empresas emisoras de plásticos comprometidas a la recogida de las botellas y convertirlas en materia prima de nuevos productos.

La vicepresidenta AIRD y presidenta de Nuvi, Circe Almanzar, destacó que con estas iniciativas «no solo se persigue la innovación, sino un modelo de producción diferente, que logre mayores inversiones y más empleos».

«Existen iniciativas para el uso de aditivos en la elaboración de las botellas, lo que permite que el plástico tenga menos tiempo de vida y logre descomponerse más rápido», añadió.

Y prosiguió: «Es verdad que no resuelve el problema, pero ayuda a que se degrade más rápido. Ahí tenemos las principales empresas de plásticos del país, que son alrededor de 30», puntualizó.

Almanzar destacó que trabajan junto al Gobierno para la elaboración de los reglamentos y normativas que se requieren para empujar la economía circular y el trato de otros materiales de reciclaje.

República Dominicana tiene todo para convertirse en referente de la región en políticas verdes, ya que cuenta con una de las leyes más modernas sobre la gestión de Residuos Sólidos.

«Nos tardamos más que algunos países de la región, pero eso nos ayudó a incluir otros aspectos que se están discutiendo en países más modernos y sentar bases para el aprovechamiento de los residuos y algunos aspectos de la economía circular», explicó Almanzar.

«Contar con una regulación efectiva es una ventaja frente a otros países de América Latina, pero se necesita seguir trabajando sobre los programas de gestión de residuos con las alcaldías municipales para una mayor coordinación al respecto», sentenció.

En República Dominicana el sector plástico no solo produce residuos, sino que además es una robusta industria que genera alrededor de 19.800 empleos directos. Además, aporta aproximadamente el 6% del producto interno bruto de las manufacturas.

De acuerdo con el estudio presentado, esta industria aporta ingresos fiscales por aproximadamente RD$4.350 millones anuales (unos US$76,3 millones). En las exportaciones nacionales representa el cuarto renglón de importancia, y el primero entre los productos no agrícolas.

Por último, entre las inversiones en bienes de capital, es el principal sector exportador entre las empresas de ProIndustria (2008-2017).