Se acerca la segunda vuelta electoral en Ecuador y con ello la necesidad de que los votantes decidan con criterio quién será el próximo presidente del país.
Las opciones están sobre la mesa, por un lado está el candidato correísta Andrés Arauz, quien de alguna manera representa el accionar de la izquierda y la simpatía por el expresidente Rafael Correa, prófugo de la justicia. Y por el otro lado, está el banquero Guillermo Lasso, quien representa la opción del cambio para el país.
Ante lo reñida que estuvo la primera vuelta electoral, una parte de la población llama a los electores a ejercer el voto nulo en señal de protesta; sin embargo el voto nulo puede convertirse en un arma de doble filo para la población ecuatoriana.
De acuerdo con Art. 147 del Código de la Democracia, si los votos nulos superan a los votos de la totalidad de candidatos, se declarará la nulidad de las elecciones; sin embargo en las últimas tres elecciones presidenciales, el voto nulo representó alrededor del 7% de la votación total, por lo que es virtualmente imposible que, para esta elección, alcance la representatividad que algunos esperan.
Matías Abad Merchán, Máster en Estudios Latinoamericanos por la Universidad de Salamanca, escribió un artículo en el que señala que «anular el voto es premiar a los mismos de siempre».
«Mientras más votos nulos existan el espectro de votos válidos se reduce; beneficiándose así los partidos más fuertes», señaló Merchán en su artículo.
Y es que si bien es cierto que quienes optan por votar nulo lo hacen como legítima protesta, también es verdad que el no elegir a un candidato puede poner a Ecuador en manos – otra vez – de quienes destruyeron la economía del país.
En la práctica el voto nulo no representa la opinión de la población, pues si estás no estás de acuerdo con quiénes ya estuvieron en el poder, entonces en vez de votar nulo, mejor vota por el contrario; es la mejor manera de castigar a quienes tuvieron la oportunidad de hacer las cosas bien y no lo hicieron.
«Optar por el voto nulo es una decisión irresponsable, no debe en este momento el ecuatoriano rechazar todo lo que de una u otra forma están proponiendo los candidatos. Debemos de ser frontales, debemos de ser objetivos dentro de lo que queremos y hacia dónde queremos llegar»; dijo a BlogIt el doctor Orly Oyague, ex presidente del Colegio de Médicos del Guayas y directivo de FOCI.
«El voto nulo no conduce absolutamente a nada, y a través de esa decisión está enmascarado un respaldo que en su momento gobernó el país», sentenció.
Queda esperar cuál será la decisión del pueblo ecuatoriano que en las próximas horas definirá el futuro del país.