La pandemia de Covid-19 tuvo un efecto negativo en la vida de las personas en todo el mundo. En América Latina, una de las zonas más críticas durante la pandemia y donde se experimentó la peor recesión en los últimos 100 años, está encaminada a lograr su recuperación económica luego de tal devastación.
Muchos países de la región, como son el caso de Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, entre otros, ya dispusieron flexibilizaciones que permitieron una recuperación más acelerada.
Sin embargo, en Perú aún existen medidas más restrictivas como el toque de queda y clases virtuales, incluso luego de los cambios anunciados ayer por el Ministerio de Salud (Minsa).
De acuerdo con la encuesta, las restricciones impuestas por las autoridades generaron un deterioro de la salud mental (34,3%), causó problemas económicos (33,2%), afectó la vida social (18,4%) y repercutió en la calidad de la educación (14.1%).
Pero tal vez el deterioro de la salud mental, el peor de todos los males, englobe a las demás opciones, porque la vida diaria en tiempos de pandemia se vio afectada por incertidumbre, presiones económicas, aislamiento social, y temor a enfermarse. Todo agravado ante el desconocimiento de cuánto tiempo durará y qué pasará en el futuro, según varios de los 4.071 encuestados.
No obstante, el Gobierno de Perú autorizó a las universidades a reanudar de manera gradual las clases presenciales, con la condición de que los alumnos que asistan a las aulas estén vacunados contra el coronavirus, y las descartó para este año para las escuelas primarias y secundarias, aún cuando el plan de vacunación en el país avanza a buen ritmo.
«Podríamos iniciar en el país ya la concurrencia a clases; al inicio será semipresencial, hasta que las universidades vayan adaptando su capacidad», afirmó el ministro de Salud, Hernando Cevallos.
El funcionario aclaró que el regreso de los estudiantes a las aulas «sería bajo los protocolos» de bioseguridad, «como son tener la vacunación completa», y subrayó que esto es «fundamental».
Cevallos hizo ese anuncio luego de reunirse con autoridades de universidades que le pidieron la autorización para reanudar las clases presenciales, suspendidas desde hace 19 meses por la pandemia.
Otra de las medidas modificadas por el Minsa, incluye la reducción del toque de queda a 2am – 4am. Lo cual ha sido celebrado por usuarios en redes sociales ya que permite reactivar un sector importante de la economía que se encontraba muy restringido.
Perú acumulaba desde el comienzo de la pandemia 2.187.368 casos confirmados de coronavirus, de los cuales 22.668 personas tenían la enfermedad activa (3.327 de estas estaban internadas) y, además, 199.775 murieron por la enfermedad, según el último balance del Minsa.
Asimismo, el Ministerio de Salud había aplicado ya 30.909.479 dosis de vacunas contra el coronavirus, con 13.549.739 personas (48% de la población objetivo) que recibieron las dos dosis, de acuerdo con la misma fuente.
Si bien es cierto que las medidas de salud pública que se implementaron, como el distanciamiento social (lo que afectó a muchos), fueron necesarias para reducir la propagación del virus en un principio, también lo es que el Gobierno peruano se quedó en eso y nunca vio -o quiso ver- el daño que causaría en le economía y la salud mental de sus ciudadanos.