En 2006 fue un aporte de las FARC a la campaña de Rafael Correa y ahora es una contribución del ELN para la alcancía electoral de Andrés Arauz. Los grupos guerrilleros son distintos pero el beneficiado siempre es el mismo: el correísmo.
La revista colombiana Semana publicó un informe en el que asegura que agentes de inteligencia cuentan con archivos que vinculan a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional con la candidatura de Arauz.
El pasado 25 de octubre el tercer jefe del ELN, Andrés Felipe Vanegas Londoño (alias Uriel) fue abatido en un operativo militar en la zona selvática del Chocó. Los agentes encontraron miles de archivos de audio y texto en los que se usaban ciertos códigos para remplazar nombres propios.
Según Semana, Uriel envió una carta en clave a dos contactos suyos en Ecuador a fin de preguntar sobre el estado de “una inversión” de US$ 80.000 para “apoyar la esperanza”. También se hace referencia al “señor de la mariposa del sur”, que la revista vincula con el símbolo multicolor de Unión por la Esperanza. Uriel también expresa su deseo de fortalecer la relación con “nuestro amigo del cinturón” e insiste en que “nuestro éxito depende en apoyar a la esperanza”.
Arauz no ha reaccionado a la noticia, sino que más bien dejó que sea el expresidente Correa el que hable por él diciendo que se trata de una campaña de desprestigio. Fue el mismo argumento que usó en 2009 cuando uno de los comandantes de las FARC, Jorge Briceño Suárez, lo acusó de aceptar dinero de la guerrilla en su primera campaña electoral de 2006.
En un video difundido en redes Briceño Suárez (alias Mono Jojoy) habló de una “ayuda en dólares a la campaña de Correa y posteriores conversaciones con sus emisarios, incluidos algunos acuerdos, según documentos en poder de todos nosotros, los cuales resultan muy comprometedores en nuestros nexos con los amigos». Correa lo negó, pero las autoridades colombianas dicen que el video es legítimo. No se precisaron cifras.
Las sospechas de un acercamiento entre el correísmo y los grupos insurgentes del país del norte empezaron a tomar fuerza en marzo de 2008 cuando el ejército colombiano bombardeó un campamento guerrillero en territorio ecuatoriano. En ese ataque murió Raúl Reyes, cabecilla de las FARC y 25 subversivos más. Fue una victoria importante para Colombia, pero el expresidente Correa terminó rompiendo relaciones con el país del norte, que luego insinuó que miembros del gobierno ecuatoriano estaban al tanto de los asentamientos insurgentes clandestinos.
El candidato presidencial por el movimiento Pachakutik, Yaku Pérez, dijo que observa “con mucha tristeza lo que pudiera pasar” e hizo un llamado para que la denuncia de Semana “se investigue a la brevedad posible”.
Si se confirma la vinculación y Arauz gana las elecciones “sería una narcodemocracia y eso nos enlutaría a todos los ecuatorianos”. En declaraciones a la cadena NTN24 señaló que hay que “evitar que pueda ser manchado un proceso democrático”.