El Fondo Monetario Internacional (FMI) entregó datos positivos sobre la recuperación de la economía de Latinoamérica para el 2021, a pesar de la alta inflación que se espera este año para la región y a la desigual distribución de las vacunas que sigue constituyendo, según la institución, un lastre para la recuperación económica global.
Las fisuras que generó la pandemia parecen persistentes: se trata de divergencias a corto plazo que se prevé que dejarán huellas duraderas en el desempeño económico a medio plazo y que obedecen sobre todo al acceso a vacunas.
Así lo dice el último informe del FMI que proyecta que la economía mundial crecerá un 5,9% en 2021, una décima menos de lo previsto en julio; y un 6,3% en América Latina en este año, medio punto por encima de su pronóstico de julio, gracias, principalmente, al buen desarrollo del sector exportador de materias primas.
«Si bien más del 60 % de la población de las economías avanzadas está vacunada y algunos ahora están recibiendo inyecciones de refuerzo, alrededor del 96 % de la población de los países de bajos ingresos sigue sin vacunarse», destaca el informe. Justamente éste último punto afectará a América Latina, de cara al 2022, según el mismo informe.
Los pronósticos para Brasil y México, las dos economías más grandes de la región, empeoraron. Brasil crecerá un 5,2% este año, mientras que México un 6,2%. Por su parte, los países ligados al comercio de materias primas crecerán de manera más fuerte: Perú un 10%, mientras Chile un 11%.
El FMI espera que la producción agregada del grupo de economías avanzadas recupere su trayectoria prepandemia en 2022 y la superará en un 0,9% en 2024. Por el contrario, la producción agregada para los mercados emergentes y en desarrollo (excluyendo a China) se mantendrá un 5,5% por debajo del pronóstico antes de la pandemia en 2024.