El gran proyecto de inversiones sociales y ecológicas de Joe Biden por 1,75 billones de dólares, quedó al borde del abismo luego de que el senador demócrata Joe Manchin anunciara que votará en contra y de esa manera romperá la ajustada mayoría de su partido en la Cámara Alta de Estados Unidos.
«No puedo ir más lejos», afirmó el legislador por el estado Virginia Occidental, después de cinco meses y medio de debates y negociaciones.
«No puedo votar por eso», agregó Manchin, quien fuera desde hace semanas uno de los principales obstáculos para este programa de reformas sociales y ecológicas.
Entre los argumentos ofrecidos, el parlamentario oficialista citó en particular el aumento de los precios y el alcance de la deuda.
«Simplemente no puedo, intenté todo lo humanamente posible, pero no puedo es no», reiteró el senador, quien pertenece al sector más moderado del partido gobernante y amasó una fortuna con los combustibles fósiles.
Virginia Occidental es el segundo estado productor de carbón después de Wyoming, según datos del gobierno, y genera 90% de su electricidad a partir del combustible.
«Si es algo que no puedo volver a casa y explicárselo a la gente de Virginia Occidental, no puedo votar a favor», explicó.
Un eventual colapso de la legislación podría profundizar las divisiones ideológicas dentro del Partido Demócrata entre progresistas y moderados, y pondría en duda su capacidad para respaldar cualquier legislación sustancial.
El plan llamado Build Back Better (Reconstruir Mejor), de 1,75 billones de dólares, prevé entre otras cosas dar acceso a jardín de infantes a todos los niños, créditos fiscales para los hogares e inversiones sustanciales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
El proyecto había conseguido media sanción en la Cámara de Representantes en noviembre último, luego de que los demócratas superaran las disputas internas entre los centristas, preocupados por el efecto sobre la deuda, y la izquierda, que quería ir más allá en el gasto.
El plan asigna una inversión de 110.000 millones de dólares para rutas, puentes y autopistas, 66.000 millones para transporte ferroviario de pasajeros, 39.000 millones para transporte público en general, 65.000 millones para mejor el acceso a la banda ancha de internet y 55.000 millones para infraestructura de agua y gestión de residuos.
Pero la votación en el Senado se pospuso en los últimos días y, dado que la Cámara Alta está repartida -tiene 50 legisladores por cada partido-, cualquiera de los demócratas tiene de hecho lo que se asemeja a un veto sobre cualquier proyecto de ley si los republicanos cierran filas.