El tráfico en tiendas minoristas bajó un 28,3% durante el Black Friday (viernes negro) de Estados Unidos comparado con niveles registrados en 2019, antes de la pandemia, según cifras preliminares de Sensormatic Solutions.
El informe, que analiza una de las jornadas de mayor consumo del año, reveló que las tiendas físicas aún no se han recuperado completamente de los efectos del coronavirus, aunque sí señaló que, frente a las cifras de 2020, la presencia de compradores este año aumentó un 47,5%.
En concreto, las tiendas recibieron más compradores en la región sur, mientras que la menor concurrencia se registró en el noreste del país.
Por otra parte, los datos de Adobe Analytics apuntan que el nivel de consumo online en Black Friday también descendió desde el año pasado, puesto que se gastaron un total de 8.900 millones de dólares, por debajo de los 9.000 del año pasado, cifra récord.
Adobe, que analiza más de un billón de visitas a tiendas en internet en Estados Unidos indicó que se trata de la primera vez que el consumo en la red desciende frente al año anterior.
El día de Acción de Gracias, previo al Black Friday, los consumidores estadounidenses gastaron 5,100 millones de dólares en internet, por lo que no se registraron grandes cambios en comparación con años anteriores, unos números que, según los analistas, muestran que cada vez se está empezando antes con las compras navideñas, ya en el mes de octubre.
«Los compradores están siendo estratégicos en su compra de regalos, comprando mucho antes y siendo flexibles con cuándo lo hacen para asegurarse de que obtienen los mejores precios», explicó el analista jefe de Adobe Digital Insights, Vivek Pandya.
Adobe prevé que este Ciberlunes sea la jornada de mayor gasto online del año, con compras valoradas entre 10.200 y 11.300 millones de dólares.
La compañía también explicó que, con los problemas en la cadena de suministro que sufre desde hace varios meses Estados Unidos, habrá un faltante de muchos productos. Hasta el viernes los mensajes de «fuera de stock» de las páginas web de minoristas crecieron un 124% en comparación con cifras prepandemia.
En síntesis, los descuentos moderados, los artículos agotados debido a la falta de suministros, los precios más altos de la gasolina y los alimentos y la escasez de mano de obra que dificultan la respuesta a los clientes fueron determinantes en las frustraciones de los compradores.