Estados Unidos acusó a Guatemala de obstruir investigaciones sobre corrupción

Es a partir de la petición de que se retire la inmunidad de la jueza guatemalteca Erika Aifán.

Estados Unidos acusó al Gobierno de Guatemala de «debilitar» el sistema judicial de su país e intentar «obstruir las investigaciones sobre corrupción» con su petición de que se retire la inmunidad de la jueza guatemalteca Erika Aifán.

El pasado jueves, el Ministerio Público de Guatemala anunció que había solicitado un retiro de inmunidad contra Aifán, en un caso de alto impacto que analiza los amaños en la elección de la Corte Suprema de Justicia entre 2019 y 2020.

«Dicha solicitud es un intento flagrante de obstruir las investigaciones sobre corrupción y una afrenta a la integridad de los tribunales de mayor rango en Guatemala», sostuvo en un comunicado el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price.

«La independencia de los jueces para revisar los casos y emitir sentencias libres de la amenaza de represalias o de influencias externas es fundamental para el Estado de derecho», subrayó.

Y continuó: «Esta acción contra una jueza independiente e internacionalmente reconocida debilita un pilar vital de la democracia y el sistema judicial de Guatemala», puntualizó Price.

El portavoz recordó que el año pasado Aifán fue galardonada con el premio internacional Mujer de Coraje, otorgado por el Departamento de Estado estadounidense, «por sus esfuerzos para fortalecer el Estado de derecho en Guatemala».

 

Aifán denunció una persecución

La jueza Aifán, titular del Juzgado de Mayor Riesgo «D», de fase intermedia, denunció el año pasado que fue víctima de procesos espurios en su contra, con casos sin base legal y que permanecieron vigentes pero inmóviles en diversas agencias fiscales durante al menos nueve años.

Junto a otros jueces, Aifán pidió a la fiscal general de Guatemala, Consuelo Porras, que desestime las denuncias en su contra, que son usadas como pretexto de hostigamientos y acoso cibernético, aunados a seguimientos en la vía pública y persecuciones, dentro y fuera de las instituciones públicas.

Las relaciones entre Estados Unidos y Guatemala se enfriaron en septiembre pasado, cuando Washington sancionó a la fiscal general guatemalteca precisamente por acusarla de obstruir la justicia en casos de alto impacto.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no invitó ni a su homólogo guatemalteco, Alejandro Giammattei, ni a los líderes de Honduras y El Salvador a una cumbre virtual sobre la democracia que organizó en diciembre.

La semana pasada, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, llamó por teléfono a Giammattei y le pidió garantizar «que los actores corruptos rindan cuentas, al subrayar que la corrupción erosiona la confianza del público y socava la capacidad de gobernar de forma efectiva y responsable», según la Casa Blanca