Cuba

Estados Unidos habilitó los vuelos a Cuba

Estados Unidos dio por terminadas las restricciones que impuso el ex presidente Donald Trump a los servicios de transporte aéreo con Cuba, según una orden del Departamento de Transporte estadounidense (USDOT, por sus siglas en inglés), avalada por el secretario de Estado, Antony Blinken.

«Mediante esta Orden, el Departamento de Transporte de Estados Unidos, actuando a pedido del Departamento de Estado, revoca acciones previas que restringían ciertos servicios aéreos entre Estados Unidos y Cuba», precisó la orden, que formalizó medidas anunciadas semanas atrás.

El secretario de Estado, Antony Blinken, le envió una carta al secretario de Transporte, Pete Buttigieg, para instarlo a que culminen las restricciones aéreas civiles en los vuelos entre Estados Unidos y Cuba «en apoyo del pueblo cubano y los intereses de la política exterior de los Estados Unidos», de acuerdo a la orden.

Los cambios de política entraron en vigencia inmediatamente después de la emisión, según el texto, citado por la agencia de noticias Sputnik.

La medida tiene que ver con lo que hasta acá eran la prohibición para vuelos estadounidenses de ir a aeropuertos cubanos que no fueran el de La Habana.

El gobierno de Trump emitió una serie de restricciones aéreas en 2019 y 2020, en un intento de aumentar la presión económica de Estados Unidos sobre Cuba.

Las medidas incluían la prohibición de que las compañías aéreas estadounidenses vuelen a ocho aeropuertos internacionales de Cuba fuera de La Habana, incluidos los de Camagüey, Cayo Coco, Cayo Largo, Cienfuegos, Manzanillo, Matanzas y Santiago de Cuba.

Bajo el mandato de Trump, el USDOT impuso un límite a los vuelos chárter a Cuba de 3.600 al año y posteriormente prohibió los vuelos chárter a cualquier aeropuerto cubano excepto el de La Habana.

Se retoma el acercamiento entre Estados Unidos y Cuba

El 16 de mayo Washington incluyó esta medida sobre los vuelos en un paquete de otros alivios que de alguna manera aproximan en algo la situación a la política de deshielo que puso en marcha Barack Obama, aunque no llevaron la situación al punto del histórico acercamiento ocurrido desde 2014.

En ese momento, Estados Unidos adelantó que su embajada en La Habana comenzaría a procesar más casos de cubanos y buscaría entregar 20.000 visados antes de fin de año, y retomaría los 100.000 expedientes pendientes que se acumularon desde 2017.

Además, aprobó promover los viajes profesionales y educativos ampliados en grupo, y retomar las licencias de viaje que también fueron suspendidas durante la administración Trump y que permitían a los estadounidenses ir a la Isla.

Finalmente, levantó el tope para las remesas familiares, que estaba en 1.000 dólares por trimestre, y autorizó las donaciones a personas que no sean parientes.