El Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó a Carolina Recinos, jefa de Gabinete de El Salvador, por presunta corrupción, al igual que a Osiris Luna Meza, viceministro de Justicia y director general de cárceles, y Carlos Amílcar Marroquín Chica, director de Reconstrucción del Tejido Social de la Presidencia, por supuestos tratos con altos mandos de las pandillas Mara Salvatrucha 13 (MS-13) y Barrio 18.
De esta manera, Recinos, cuyo cargo es el de comisionada Presidencial de Operaciones de Gabinete de Gobierno, Luna Meza y Marroquín Chica fueron incluidos en la lista de designaciones de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro.
Las pandillas Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18, entre otras, tienen unos 70.000 miembros en El Salvador, más de 17.000 de ellos encarcelados, y se dedican a la extorsión, el narcotráfico y otras actividades ilegales.
Como resultado de la decisión estadounidense, todas las propiedades y los intereses en propiedades de la persona sancionada, que están en o en posesión o en control de Estados Unidos, están bloqueadas y deben ser reportadas ante la OFAC.
Las sanciones invocan la Ley Global Magnitsky de Responsabilidad de los Derechos Humanos, aprobada en Estados Unidos en 2012 y que persigue unilateralmente a ciudadanos extranjeros acusados de supuestos actos de corrupción y violaciones a los derechos humanos y fue dirigida inicialmente contra el Gobierno de la Federación de Rusia, después de la muerte del ciudadano Serguei Magnitski, ocurrida en 2009.
La Casa Blanca indicó que las sanciones se alinean con los objetivos de la Cumbre por la Democracia que organizó el presidente Joe Biden, así como con la Estrategia de Estados Unidos para Combatir la Corrupción.
«El crimen organizado respaldado por actores corruptos puede desestabilizar el estado de derecho, erosionar la confianza en las instituciones públicas y debilitar la gobernabilidad democrática», expuso el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, en un comunicado.
«Continuaremos utilizando todas las herramientas disponibles para romper los vínculos entre la actividad delictiva y la corrupción», prometió el funcionario.
Horas más tarde, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, cuestionó las pruebas esgrimidas por Estados Unidos.
«¿Celulares y prostitutas en las cárceles? ¿Dinero a las pandillas? ¿Cuándo pasó eso? ¿No revisaron ni la fecha? ¿Cómo pueden poner una mentira tan obvia sin que nadie se las cuestione? Hay videos sí, pero de sus amigos haciendo eso. No nosotros. Ya ni disimulan», tuiteó Bukele.