El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sostuvo que no iba «a extender una guerra para siempre, ni una salida para siempre» tras el retiro de tropas de Afganistán luego de casi 20 años de ocupación, al tiempo que afirmó que el final de la guerra en Afganistán marca el epílogo de una era para los esfuerzos militares de su nación «para rehacer otros países».
«En Kabul, Estados Unidos puso fin a 20 años de guerra en Afganistán. La guerra más larga en la historia de Estados Unidos. Completamos una de las evacuaciones aéreas más grandes de la historia, con más de 120.000 personas evacuadas a un lugar seguro. Esa cifra es más del doble de lo que la mayoría de los expertos pensaban que era posible», aseguró Biden, de 78 años, durante la conferencia de prensa que brindó desde la Casa Blanca en Washington.
«Ninguna nación ha hecho algo así en toda la historia. Solo Estados Unidos tenía la capacidad, la voluntad y la capacidad para hacerlo. Lo hicimos hoy. El extraordinario éxito de esta misión fue debido a la increíble habilidad y valentía desinteresada del ejército de Estados Unidos y nuestros diplomáticos y profesionales de inteligencia», agregó el mandatario estadounidense.
«Para aquellos que piden una tercera década de guerra, les pregunto, ¿cuál es el interés nacional vital? En mi opinión, solo tenemos uno: asegurarnos de que Afganistán nunca más pueda ser utilizado para lanzar un ataque contra nuestra patria», reflexionó.
Y continuó: «Esta decisión sobre Afganistán no se trata solo de Afganistán. Se trata de poner fin a una era de importantes operaciones militares para rehacer otros países», puntualizó Biden.
«Vimos una misión de contraterrorismo en Afganistán, detener a los terroristas y detener los ataques se transformarán en una contrainsurgencia, la construcción de una nación, tratando de crear un Afganistán democrático, cohesivo y unido, algo que nunca se ha hecho en muchos siglos de la historia de Afganistán. Pasar de esa mentalidad y ese tipo de despliegue de tropas a gran escala nos hará más fuertes, más efectivos y más seguros en casa», señaló.
Biden, en otro tramo del diálogo con la prensa, reconoció que era «hora de volver a ser honesto con el pueblo estadounidense. Ya no teníamos un propósito claro en una misión abierta en Afganistán», enfatizó.
De ahí que justificó el esfuerzo del ejército para evacuar a los estadounidenses y socios locales que aún permanecían en Afganistán. «No era una misión de guerra sino más bien una misión de misericordia. Arriesgar sus vidas, no por ganancias profesionales sino para servir a otros es para valorar», subrayó.
«La obligación fundamental de un presidente, en mi opinión, es defender y proteger a Estados Unidos. No contra las amenazas de 2001 sino contra las amenazas de 2021 y mañana. Ese es el principio rector detrás de mis decisiones sobre Afganistán», puntualizó.
«Simplemente no creo que la seguridad de Estados Unidos mejore si se continúa desplegando miles de tropas estadounidenses y se gastan miles de millones de dólares al año en Afganistán», sentenció.
Por último, Biden afirmó: «Cuando me postulé para presidente, me comprometí con el pueblo estadounidense a poner fin a esta guerra. Hoy he cumplido ese compromiso».
El presidente de Estados Unidos dijo que los talibanes se comprometieron públicamente «con el paso seguro» para cualquiera que quiera irse del país, incluidos aquellos que trabajaron junto a los estadounidenses.
«No los tomamos solo por su palabra, sino por sus acciones. Y tenemos influencia para asegurarnos de que esos compromisos se cumplan», concluyó.