Estados Unidos reabrió sus fronteras terrestres y aéreas a los turistas vacunados contra el coronavirus con fármacos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), provenientes de más de 30 países, tras 20 meses de restricciones de viaje que separaron familias, perjudicaron el turismo y tensaron lazos diplomáticos.
La flexibilización de las restricciones al turismo repercutió inmediatamente en los aeropuertos de Europa, donde muchos pasajeros hacían cola con entusiasmo para subir a los aviones con destino a la costa este de Estados Unidos.
Para celebrar esta apertura, por ejemplo, en el aeropuerto londinense de Heathrow dos aviones de las compañías aéreas rivales, British Airways y Virgin Atlantic, despegaron con destino a Nueva York al mismo tiempo desde pistas paralelas, y frente a la creciente demanda, aumentaron el número de vuelos transatlánticos.
El fin de la espera también se manifestó en las fronteras con México y Canadá, donde se veían antes del amanecer largas filas de automóviles.
En marzo de 2020, para frenar la propagación del coronavirus, Estados Unidos cerró sus fronteras a los viajeros procedentes de la Unión Europea, Reino Unido y China, y más tarde sumó a la lista a los procedentes de India y Brasil. También prohibió el ingreso por tierra o ferry desde México y Canadá.
Sin embargo, estas restricciones no aplicaron para países latinoamericanos, cuyos residentes viajaron a Estados Unidos desde principios de 2021 para inmunizarse contra el Covid-19 cuando comenzaron a distribuirse las primeras vacunas.
Si bien el levantamiento de la restricción al turismo contempla el ingreso de viajeros de más de 30 países, las autoridades sanitarias estadounidenses anunciaron que mantendrán un control estricto y seguirán exigiendo resultados negativos de testeos de coronavirus.
La reapertura se desarrollará en dos fases: desde hoy se exigirán pruebas de vacunación para los viajes no esenciales y se seguirá permitiendo el ingreso de no vacunados para viajes «esenciales»; desde enero próximo, se exigirá la vacunación de quienes quieran ingresar al país por tierra, sin importar el motivo del viaje.
Además, las autoridades sanitarias estadounidenses anunciaron que solo las personas que recibieron vacunas autorizadas por la FDA y OMS son aceptadas para entrar por aire.
Esta flexibilización podría implicar un obstáculo para viajeros de varios países de América Latina y el Caribe, bien porque no tuvieron aún acceso a la vacuna o bien porque no fueron vacunados con fármacos aprobados por las autoridades estadounidenses.
Por ejemplo, vacunas como la rusa Sputnik V y la china CanSino aún no tienen luz verde de la FDA ni de la OMS, pero fueron aplicadas en muchos países latinoamericanos, incluidos Argentina y México.
Además, con este nuevo requerimiento se acaba el «turismo de vacunas» en Estados Unidos.