Estados Unidos retiró a la ex guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de su lista de organizaciones «terroristas», según anunció el secretario de Estado, Antony Blinken, una decisión que el presidente colombiano, Iván Duque, lamentó.
«Tras un acuerdo de paz de 2016 con el gobierno colombiano, las FARC fueron disueltas y desarmadas oficialmente. Ya no existen como organización unificada dedicada al terrorismo o actividades terroristas, o con la capacidad o intención de hacerlo», manifestó mediante un comunicado Blinken.
«Esta eliminación de las FARC de la lista negra no modifica la posición de Estados Unidos acerca de los procesos judiciales iniciados o previstos contra ex líderes del grupo, sobre todo los sospechosos de narcotráfico», precisó el funcionario estadounidense.
Y continuó: «Tampoco cambia decisiones de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) de Colombia, el tribunal que juzga los peores crímenes de un conflicto en el que se contabilizan nueve millones de víctimas entre muertos, mutilados, secuestrados y desaparecidos».
«Sin embargo, la decisión sí ayudará a Washington a apoyar la aplicación del acuerdo, por ejemplo, trabajando con excombatientes que depusieron las armas», concluyó Blinken.
Por su parte, Duque señaló al respecto que su Gobierno «respeta la decisión de Estados Unidos, pero no la comparte».
«Nosotros, con esa información que nos ha dado Estados Unidos, la entendemos, la respetamos; hubiéramos preferido de pronto otra decisión, pero sabiendo eso hoy estamos concentrados en enfrentar estas disidencias», señaló el presidente de Colombia.
Duque también se apoyó en algunas aclaraciones de Blinken en el sentido de que la decisión no implica que las personas relacionadas con la guerrilla o con el «partido FARC» -por Comunes, la estructura legal en que derivó la insurgencia-, que tengan procesos judiciales abiertos en Estados Unidos vayan a estar exentos de responder ante ellos.
«Estados Unidos también ha dicho que no les otorgará visados a esas personas y también que todas las disidencias seguirán en la lista de terroristas. Aquí lo importante no son tanto las listas, sino seguir enfrentando a esas estructuras con todo el dinamismo y con toda la capacidad», remarcó el mandatario.
Las FARC, una organización que tomó las armas en la década de 1960, en plena Guerra Fría, fueron designadas por Estados Unidos como organización terrorista extranjera en 1997, a mediados del enfrentamiento de seis décadas con el Estado colombiano, uno de los conflictos más crueles y largos de América Latina.
El 24 de noviembre de 2016, luego de negociaciones en Cuba, la guerrilla depuso las armas y firmó un acuerdo de paz con el entonces presidente colombiano Juan Manuel Santos.
En virtud de este acuerdo, las FARC se convirtieron en Comunes, con representación garantizada en el parlamento, pero sin demasiada influencia en las urnas. Sin embargo, la etiqueta de organización terrorista siguió afectando hasta el día de hoy al ex grupo armado, ahora transformado en un partido político.
Aunque el entendimiento redujo considerablemente la violencia, varios grupos armados operan en el país, incluidos algunos disidentes de las propias FARC.
Blinken anunció que Segunda Marquetalia y FARC-EP, dos grupos formados antiguamente por dirigentes de las FARC que se negaron a desmovilizarse, fueron agregados a la lista de organizaciones terroristas. «También estamos designando a los respectivos líderes de esas organizaciones», afirmó.
Uno de ellos es Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez, ex número dos de las FARC y ex negociador de paz en La Habana, quien fundó Segunda Marquetalia en agosto de 2019.
También figuran Hernán Darío Velásquez, conocido como El Paisa, y Henry Castellanos, alias Romaña, a quien el Gobierno estadounidense les atribuye responsabilidades de operaciones militares en Segunda Marquetalia.
En la lista negra de Washington también aparecen dirigentes de las FARC-EP: su líder, Néstor Gregorio Vera Fernández, alias Iván Mordisco; el segundo al mando, Miguel Santanilla Botache, alias Gentil Duarte; y el comandante Euclides España Caicedo, alias Jhonier.
La designación significa que todas las propiedades de esas personas y entidades serán bloqueadas y reportadas a la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Tesoro de Estados Unidos.