Estados Unidos restringió las visas de ocho funcionarios de Cuba a los que consideró responsables de «duras» sentencias contra «manifestantes pacíficos» que protestaron en julio del año pasado y los acusó de favorecer «el agravio del régimen a la democracia y los derechos humanos», se informó oficialmente.
En un comunicado, el secretario de Estado, Antony Blinken, señaló a los sancionados -a quienes no mencionó- por estar «implicados en intentos de silenciar las voces del pueblo cubano mediante la represión, detenciones injustas y duras penas de prisión».
«Estas ocho personas incluyen a funcionarios cubanos relacionados con la detención, condena y encarcelamiento de manifestantes pacíficos del 11 de julio», añadió el funcionario.
En esa jornada hubo una serie de protestas en toda la isla, con el saldo de un muerto, decenas de heridos y unos 1.300 detenidos, de los cuales 698 siguen en prisión, según cifras de la ONG Cubalex.
Preocupación por los detenidos
Washington advirtió que algunos de esos detenidos viven «en condiciones de salud que empeoraron y sin acceso a alimentos, medicamentos o llamadas a sus seres queridos».
El Departamento de Estado acusó además a La Habana de utilizar «tácticas de intimidación continuas, encarcelamientos injustos y sentencias duras con el objetivo de «negar a los cubanos su libertad y derechos».
Dentro de este grave contexto, Blinken renovó el apoyo de Estados Unidos «al pueblo cubano».
El presidente estadounidense, Joe Biden, prometió en campaña revisar la política de su antecesor, Donald Trump, quien endureció el bloqueo económico impuesto a Cuba, pero después de las protestas de julio endureció el tono.
El Departamento del Tesoro ya había decidido cuatro sanciones y en noviembre se adoptaron restricciones de visado contra nueve funcionarios relacionados con las movidas para impedir otras protestas que estaban programadas para el 15 de ese mes y que finalmente no se llevaron a cabo por las amenazas del Ejecutivo y el fuerte operativo de seguridad que copó las calles.
La respuesta de La Habana
«Estados Unidos persiste en el mal hábito de pretender imponer su voluntad sobre otros gobiernos por vía de medidas coercitivas unilaterales», disparó en Twitter el canciller cubano, Bruno Rodríguez.
«El anuncio de Blinken no altera un ápice la determinación de Cuba de defender sus derechos soberanos», agregó.
Cuba, donde la disidencia está prohibida, acusa a Washington de instigar y financiar las protestas.
A las dificultades que impone el bloque, Cuba suma las derivadas de la pandemia, sobre todo la caída del flujo del turismo, uno de los principales ingresos de divisas a la isla.