Un grupo de militares retirados, que protestaban por el pago de una bonificación, invadió el Congreso unicameral de Guatemala, impidió la salida de los diputados y, además, tras chocar en las inmediaciones con otro grupo de manifestantes, generaron destrozos, entre ellos la quema de al menos 5 vehículos.
En los disturbios, que se prolongaron durante varias horas en las inmediaciones del palacio legislativo, cerca de 10 efectivos policiales desarmados por protocolos resultaron heridos.
«Gobernación repudia estos actos vandálicos y violentos que se han realizado por parte de grupos de exmilitares. Responsabilizamos a las 15 personas que dirigen esos grupos por los destrozos que han causado en el Congreso de la República y en el Centro Histórico», sostuvo Pablo Castillo, del Ministerio de Gobernación de Guatemala, tras los incidentes.
Los exmilitares marcharon desde la mañana por el centro de la capital para reclamar la sanción de una ley que establezca el pago de una suma equivalente a unos 15.500 dólares por su participación en el conflicto armado interno de 1960-96.
Los manifestantes ingresaron en un momento a la sede del parlamento, donde produjeron destrozos e impidieron la salida de un grupo de diputados que se encontraban dentro del recinto de sesiones.
La invasión de los veteranos militares llevó a los legisladores a suspender la sesión plenaria.
Los exmilitares aseguran que se les prometió unos 15.500 dólares a cambio de votos durante la campaña del presidente Alejandro Giammattei, algo que renovó el diputado Felipe Alejos, de Todos, al presentar una iniciativa para que se convirtiera en ley.
El problema es que no sabe cuántos son y, por lo tanto, cuánto dinero se necesitará para cumplir la iniciativa.
Según estimaciones de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico, una especie de comisión de la verdad que funcionó en el país, más de 200.000 personas murieron y otras 45.000 desaparecieron durante los años del conflicto interno.
Más temprano, los exmilitares chocaron en las inmediaciones del Congreso con un grupo más numeroso de trabajadores de la salud que protestaba contra la aprobación de la Ley de Emergencia por el coronavirus y reclamaba la efectivización de empleos en el Ministerio de Salud.
Los trabajadores de la salud, que habían llegado antes y habían bloqueado calles y avenidas aledañas, quisieron impedir el paso de los veteranos castrenses y estos se abrieron paso a empujones y golpes.