Las foodtechs latinoamericanas, principalmente de Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México, atraen el interés de los inversionistas de capital de riesgo, sobre todo en el último año de la pandemia de coronavirus, cuando levantaron más de 1.000 millones de dólares en inversiones.
De acuerdo con el estudio «The Foodtech Landscape in Latin America», realizado por Endeavor y PepsiCo, desde 2011 las startups de esta industria -que emplea a más de 29.000 personas- recaudaron US$ 1.700 millones a través de 206 rondas de inversión de venture capital. De este monto, el 64%, es decir US$ 1.088 millones, se dio entre 2020 y 2021.
El reporte destaca que el tamaño de las rondas de inversión de Serie A aumentaron, al igual que el interés de inversores extranjeros en la región. En general, las rondas de inversión realizadas en América Latina están concentradas en empresas en etapa inicial, y específicamente en rondas de inversión semilla.
«Los emprendedores encabezan la innovación en toda la cadena de suministro y ofrecen sistemas y productos alimentarios creativos y disruptivos. La pandemia del Covid-19 aceleró el aumento de nuevas tecnologías que están irrumpiendo en la industria alimentaria, destacando la insuficiencia de los modelos de sistemas alimentarios heredados que aún utilizan muchos actores regionales. Este retraso en la innovación local hace que el sector esté listo para la disrupción», advirtió Paula Santilli, CEO de PepsiCo Latinoamérica.
«A nivel mundial, la industria foodtech está en auge. Las startups y scaleups globales están estableciendo el estándar para la innovación foodtech que startups y scaleups latinoamericanas pueden replicar con modelos de negocio y propuestas de valor relevantes a nivel local», agregó.
El informe también determinó que América Latina «es el mayor productor de alimentos de la tierra y alberga el 38% de terrenos agrícolas del mundo. Debido a esto, la producción de alimentos en la región tiene un impacto directo en los asuntos mundiales, tales como los precios de los alimentos, el cambio climático, la inocuidad y la seguridad alimentaria y la escasez de recursos, para nombrar unos pocos».
Además, dejó en claro que Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México, que agrupan un total de 323 empresas, son líderes en este sector.
Las 123 foodtechs brasileñas recaudaron US$ 828 millones y el 15% de ellas se expandieron a mercados internacionales.
A nivel general, el 26% de las foodtechs se internacionalizaron. Chile (52%) y Argentina (49%), tienden a expandir sus operaciones a otros países, mientras que México (21%) y Brasil (15%), prefieren quedarse dentro de sus fronteras.
Por último, el informe se refirió a los inversores en esta industria, los corporate venture capital (CVC). «En los últimos diez años los CVC o la inversión de fondos corporativos directamente en startups y scaleups externas se han convertido en una importante fuente de capital para estas empresas y una parte relevante del ecosistema. En total, las 10 principales empresas de alimentos y bebidas tienen casi el 40% de participación de mercado, lo que les da un control enorme sobre recursos e influencia», precisó el reporte.