El candidato de la izquierda y el comunismo en Perú, Pedro Castillo, presentó ante la Defensoría del Pueblo un documento para pedir garantías constitucionales; sin embargo en declaraciones pasadas había anunciado que de ganar la Presidencia desmantelaría dicho organismo.
La campaña del candidato de Perú Libre se ha caracterizado por ofrecer y luego retroceder; Castillo se ha mostrado débil en sus decisiones y hasta incoherente a la hora de hablar y de hacer.
Por ejemplo, presentó el documento ante la Defensoría y hace dos meses -exactamente- planteaba desactivarla.
Del mismo modo, el candidato decidió retar a su contrincante Keiko Fujimori a diversos debates públicos, y sin embargo cuando la candidata de Fuerza Popular aceptó, Castillo parece haberse arrepentido.
«No me estoy corriendo, soy respetuoso de la institucionalidad electoral», dijo el paradójico candidato de Perú Libre. Horas después accedió a dos debates públicos para la segunda vuelta.
Otra afirmación que causa suspicacia, es que Castillo señaló recientemente que “los equipos técnicos son parte del pasado»; una afirmación que revela que pese a su insistencia de ser presidente de la República, no tiene listo aún su equipo de trabajo.
Lo grave de su afirmación es que Perú, como cualquier país del mundo, necesita de profesionales y expertos en materias de Educación, Economía, Salud y Cultura, para poder levantar a las naciones, sobre todo si están sumidos en crisis como consecuencia de la pandemia del coronavirus.