La embajada de Israel en Buenos Aires se manifestó «preocupada» por las actividades en América Latina de dos aerolíneas de Irán, Mahan Air y Qeshm Fars Air, a las que acusa de dedicarse a traficar armamento y que por ese motivo están bajo sanciones del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
La representación diplomática israelí «saludó» la decisión de Argentina de retener un avión iraní-venezolano, con 19 tripulantes.
Un comunicado de la embajada reconoció «el accionar rápido» de Argentina, donde quedó retenido bajo investigación judicial un avión de carga venezolano que aterrizó en el aeropuerto de Ezeiza el 6 de junio con 19 tripulantes, 5 iraníes y 14 venezolanos.
«El Estado de Israel está particularmente preocupado por la actividad de las compañías aéreas iraníes Mahan Air y Qeshm Fars Air en América Latina, empresas que se dedican al tráfico de armamento y al traslado de personas y equipos que operan para la Fuerza Quds, las cuales están sancionadas por Estados Unidos por estar involucradas en actividades terroristas», indicó el parte.
Al Quds, una fuerza de élite de los Guardianes de la Revolución -ejército ideológico iraní-, está clasificada como organización terrorista por Estados Unidos.
Aunque Argentina no la incluye en su lista, sí figura a título individual uno de sus integrantes.
El avión de carga retenido en el aeropuerto de Ezeiza, en las afueras de Buenos Aires, pertenece a la empresa Emtrasur, una filial de la venezolana Conviasa, bajo sanciones del Departamento del Tesoro de Estados Unidos. El aparato fue comprado hace un año a la aerolínea iraní Mahan Air.
A raíz de la investigación iniciada el domingo pasado por la justicia local, los 19 tripulantes tienen prohibición de salida de Argentina. La causa está bajo secreto de sumario.
En el parte, la embajada israelí expresó su «reconocimiento por el accionar rápido, efectivo y firme de las fuerzas de seguridad argentinas que identificaron en tiempo real la amenaza potencial de la aeronave».
Respuesta Argentina
El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, retuiteó con beneplácito el contenido del comunicado así como una declaración del embajador de Estados Unidos en Argentina, Marc Stanley, agradeciendo el accionar local.
«Argentina soportó dos ataques en 1992 y en 1994, no estar atentos sería de una preocupación severa pero nadie se quedó quieto», declaró a radio Delta Aníbal Fernández.
Argentina sufrió un atentado a la embajada de Israel en 1992 y otro al centro judío AMIA en 1994, que causaron un total de 114 muertos y unos 500 heridos.
«El Gobierno llevó adelante todas las medidas que había que llevar adelante», sostuvo la vocera presidencial argentina, Gabriela Cerruti, quien recordó que «ninguno de los miembros de la tripulación tenía alertas ni antecedentes».