Julio Borges renunció a su cargo de comisionado presidencial para las Relaciones Internacionales del denominado Gobierno Interino que lidera Juan Guaidó en Venezuela, al tiempo que instó a la oposición a reconstruirse para darle pelea «desde adentro» al presidente, Nicolás Maduro.
«El Gobierno interino de Guaidó se ha deformado y tiene que desaparecer completamente», sostuvo Borges en una videoconferencia desde Bogotá, donde reside en la actualidad.
«No podemos seguir con una nómina, con una burocracia que el año pasado llegó a casi 1.600 personas; nosotros pedimos eliminar eso completamente», agregó el dirigente opositor.
Borges llamó a la oposición a «reconstruir y acumular la fuerza para volver a ganar legitimidad dentro de Venezuela y fuera de Venezuela».
«Hemos perdido legitimidad, apoyo internacional, porque ha habido demasiadas contradicciones, ha habido demasiados errores, ha habido demasiados escándalos, y eso ha hecho que el mundo haya puesto el caso venezolano en la nevera, en la espera», subrayó.
El dirigente instó a Guaidó a convertirse en un factor para reconstruir la unidad y a no quedarse en su cargo sin ejercer ninguna acción y adelantó que presentará ante la Asamblea Nacional un paquete de reformas que incluye la reconstrucción del Gobierno Interino, cambio en los manejos de los activos y reformas a la figura de la Presidencia Interina.
Borges pertenece a Primero Justicia (PJ), el partido que también integra el excandidato presidencial Henrique Capriles y que en los últimos meses hizo públicas sus crecientes diferencias con Voluntad Popular (VP), la agrupación que dirige Leopoldo López y de la que forma parte Guaidó.
Esas diferencias se manifestaron a partir del escándalo de la empresa Monómeros, filial en Colombia de la petroquímica estatal venezolana Pequiven, que solicitó su concurso de acreedores tras ser intervenida por el Gobierno colombiano al caer en cesación de pagos y en medio de sospechas de corrupción.
Monómeros estaba bajo el control del «Gobierno Interino» desde que este fuera reconocido por Colombia.
El «Gobierno Interino» fue declarado en febrero de 2019 por la Asamblea Nacional (AN, parlamento), que entonces tenía holgada mayoría opositora y desconocía el nuevo mandato recién iniciado por el presidente Nicolás Maduro por considerar que surgió de elecciones irregulares.
Aunque fue reconocido por 60 países -y aún lo es por muchos de estos-, el régimen de Guaidó fue desdibujándose, primero al no conseguir su objetivo declamado de forzar la caída de Maduro y llamar a elecciones; luego al vencer en enero de este año el mandato de aquella AN, sucedida por otra con amplia mayoría chavista, y finalmente, por las denuncias de corrupción y las divergencias entre los principales partidos opositores.
La oposición venezolana, al desconocer las elecciones parlamentarias realizadas en diciembre de 2020, decidió extender la vigencia del parlamento electo en 2015 y que -según la constitución- finalizaba el 05 de enero de 2021.
Se está a la expectativa de qué pueda pasar con este parlamento a partir del 5 de enero de 2022, fecha en la cual, de acuerdo con la Carta Magna, se inicia el nuevo periodo parlamentario.