El ministro de Salud de Rusia, Mijaíl Murashko, sostuvo que la evaluación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el reconocimiento de emergencia de la vacuna Sputnik V, con una eficacia superior al 90%, contra el coronavirus, va en «dirección positiva».
«El proceso avanza, el trabajo con la OMS se mueve en una dirección positiva», dijo Murashko a los periodistas.
En junio, un grupo de expertos de la agencia sanitaria viajó a Rusia para inspeccionar las plantas donde se elabora el inmunizante y formuló una serie de observaciones sobre la producción en la empresa Pharmstandard-UfaVITA, principalmente en relación con la protección del medio ambiente y la vigilancia de las emisiones.
A mediados de septiembre, el jefe adjunto de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Jarbas Barbosa, confirmó que la aprobación había sido suspendida hasta una nueva inspección.
La agencia sanitaria reinició el mes pasado el análisis de la Sputnik V y realizará nuevas visitas en las plantas donde se fabrica la vacuna con el objetivo de reunir las pruebas suficientes para incluirla en la lista de fármacos aprobados para su uso de emergencia.
Murashko no precisó si ya hay fechas organizadas para esto y aclaró que es acordado por los desarrolladores del inoculante y los expertos de la OMS.
A mediados de octubre este ministro afirmó al término de una reunión con el jefe de la OMS, Tedros Adhanom Gebreyesus, que «se removieron todas las barreras» para el reconocimiento del inmunizante.
La Sputnik V, desarrollada por Gamaleya y con la financiación del Fondo Ruso de Inversión Directa, fue registrada en Rusia en agosto de 2020 y es uno de los pocos fármacos del mundo con una eficacia superior al 90% contra el Covid-19.
Hasta la fecha, la OMS incluyó en la lista de fármacos aprobados para su uso «de emergencia» los de Moderna, Pfizer/BioNTech, Johnson&Johnson, y a las dos versiones de AstraZeneca, la fabricada en India (llamada Covishield) y la que desarrolla en Corea del Sur.
También otorgó esa autorización a las de origen chino de Sinovac (llamada CoronaVac) y de Sinopharm, y más recientemente a la Covaxin, también desarrollada en India.
La lista de uso de emergencia de la OMS es un requisito previo para el suministro al Covax, el mecanismo creado para achicar la brecha en el acceso de inoculantes, y facilita la inclusión de la vacuna dentro de las solicitadas por los países para habilitar viajes internacionales.
También permite a las naciones acelerar su propia aprobación reglamentaria para importar y administrar los inmunizantes contra el coronavirus.