La crisis de contenedores en todo el mundo afecta -sin dudas- a la industria de telecomunicaciones en América Latina que, ante la escasez de chips, semiconductores y otros equipos, ha experimentado demoras en el despliegue de redes, fibra óptica y otros servicios digitales en perjuicio de los usuarios.
En Costa Rica, más del 50% de los hogares posee una computadora. No obstante, pese al alto índice de tenencia de este dispositivo tecnológico, solo 2 de cada 10 personas en este país centroamericano tienen acceso a servicios fijos de internet de banda ancha.
El gobierno costarricense, a través del nuevo Plan Nacional de Desarrollo de las Telecomunicaciones (PNDT) 2022-2027, cuya publicación de su versión final aún está pendiente, plantea mejorar la conexión en las casas particulares, especialmente los más vulnerables, con una velocidad mínima de conexión de 4 Mbps.
Pese a que al inicio esta propuesta y otras más fueron objeto de crítica, debido a una falta de visión de país más retadora por diversos actores del sector, hoy muchos temen que estas modestas metas no se puedan siquiera alcanzar.
¿La razón? La crisis de los contenedores que en los últimos meses viene tocando la puerta a la industria mundial de las telecomunicaciones, dada la escasez de materias primas necesarias para desplegar infraestructura.
Alerta
La primera en dar la voz de alerta fue la Cámara de Telecomunicación y Tecnología de Costa Rica (Infocom), que a través de un comunicado refirió que los operadores advirtieron que existe un problema grave con el abastecimiento de materias primas para el despliegue de redes e instalación de servicios, especialmente de fibra óptica, así como retrasos de casi cinco meses en las entregas de otros insumos, que, por lo general, se transportan en barcos y en su mayoría provienen de Asia.
«Nuestros afiliados nos indican que han experimentado retrasos en la llegada de materias y equipo como fibra óptica, cable modems, routers, ONU’s (dispositivos utilizados para los servicios de FTTH o fibra al hogar). También equipos especializados de medición, herramientas, equipos pasivos y activos de red, tanto para redes alámbricas como inalámbricas», explicó Mario Montero, presidente de Infocom.
De acuerdo con el representante de este gremio -que tiene entre sus afiliados a Claro (América Móvil) y Teletica (Liberty Global)-, estos rezagos generan una afectación al giro del negocio y a los proyectos de las empresas, impactando principalmente a los clientes finales.
«Ligado a lo anterior, también podría haber afectación en metas país como la penetración de la banda ancha, la digitalización y algunos compromisos con el Fondo Nacional de Telecomunicaciones (Fonatel)», agregó.
Una tormenta perfecta
Por su parte, José Ignacio Diaz, analista sénior de telecomunicaciones de IDC Chile, aseguró: «Lo que se está viviendo en la cadena de suministro de las telecomunicaciones es una tormenta perfecta».
«Se dio primero el cierre de fábricas que repercutió muy fuerte en la escasez de semiconductores. Cualquier aparato electrónico avanzado como computadoras, teléfonos celulares o equipamiento para redes utiliza semiconductores», indicó.
Y continuó: «Por otro lado, está la escasez de contenedores. Cuando se empezó a abrir nuevamente la economía global, se necesitaron ciertos productos e implementos, por lo tanto, se generó una mayor demanda de contenedores y debido a esa escasez se produjo esta crisis doble. La crisis de contenedores, vemos que finalmente va a adecuarse rápidamente. La crisis de semiconductores se va a demorar un poco más», puntualizó.
«Los problemas en la cadena de suministro de la industria de telecomunicaciones está afectando más al mercado del consumo, es decir el de celulares, smartphones, computadores y otros dispositivos tecnológicos», detalló.
América móvil, en problemas
De hecho, en América Latina, la telco mexicana América Móvil afirmó que la escasez de chips estaba impactando en sus resultados financieros, reflejado en la caída de la venta de celulares.
Así, en el tercer trimestre de 2021, los ingresos por ventas de equipos de la compañía en México cayeron un 16% y en Brasil un 22,7%, respecto al mismo periodo de 2020.
«En general, en el mundo, en toda Latinoamérica, y eso incluye México y Brasil, faltan teléfonos», advirtió Daniel Hajj, director general de la empresa, en una conferencia con inversionistas.
No obstante, la escasez de insumos en la industria de telecomunicaciones y la crisis logística ya no solo impacta en la oferta de smartphones, sino también ya se habla de retrasos en el despliegue de redes y de fibra óptica, como advierte Infocom en Costa Rica.
Incluso el despliegue de 5G en Chile no se libró del impacto logístico. A pesar de que el país sudamericano es el que tiene mayor avance en esta materia, las compañías a cargo del despliegue de la red de quinta generación (Entel, Wom y Telefónica) sortearán algunos problemas propios de la cadena de suministro para cumplir con la meta de instalar 9.000 antenas 5G en los próximos tres años, según anunciaron a finales de 2021.
Por lo pronto, el despliegue de redes privadas LTE (orientada a los clientes corporativos) y la renovación de redes serían las más afectadas, ya que los operadores están priorizando los proyectos más grandes.
Ante esta situación, los operadores recurrieron a otras marcas para abastecerse de equipos necesarios para seguir adelante con sus proyectos.
Y es que la alta dependencia del mercado asiático, de donde proviene cerca del 80% de los equipos, como fuente de insumos para el despliegue de redes jugó una mala pasada a la industria que ahora busca trabajar con cualquier compañía que le garantice un suministro continuo.
Las telco y los integradores empezaron a consultar con otro tipo de partners con los que no habían trabajado antes. Incluso adoptaron otros modelos con menores prestaciones porque también a estos partners se les comenzó a agotar sus equipos.
El ecosistema de partners se incrementó y eso también ayudó a que la competencia sea más fuerte. Esto es lo que pasó en telco en Chile, Perú, Argentina y, en general, en todos los países de América Latina.
Aún es incierto determinar cuándo se normalizará la cadena logística global. No obstante, mientras surjan nuevas y más contagiosas variantes de Covid-19, esto no será inmediato. De igual forma, medir el impacto del despliegue de redes, sobre todo de 5G, también es incierto, ya que los países latinoamericanos están en distintas etapas del proceso.