La Justicia de Estados Unidos rechazó la obligatoriedad de la vacuna

El mandato de vacunación de Biden contra el coronavirus apuntaba a las empresas de más de 100 empleados.

La Corte Suprema de Estados Unidos bloqueó la decisión del presidente Joe Biden de imponer la vacunación obligatoria contra el coronavirus en las empresas de más de 100 empleados, lo que representa un duro revés a los intereses y esfuerzos del líder demócrata, quien reaccionó con decepción.

Los seis jueces conservadores de la corte John Roberts, Clarence Thomas, Samuel Alito, Neil Gorsuch, Amy Barrett y Brett Kavanaugh votaron contra la iniciativa propuesta por Biden en septiembre para que la vacunación y las pruebas semanales fueran obligatorios en grandes empresas, mientras los tres magistrados liberales Stephen Breyer, Sonia Sotomayor y Elena Kagan opinaron en sentido contrario.

«Estoy decepcionado de que la Corte Suprema haya decidido bloquear unos requisitos de sentido común, que pueden salvar vidas y que estaban dirigidos a empleados de grandes empresas, basados directamente en la ciencia y la ley», lamentó el mandatario demócrata en un comunicado.

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Biden aprovechó para pedirles a los empresarios «hacer lo correcto para proteger la salud y la economía de los estadounidenses».

El fallo que bloquea la regla para las grandes empresas se basó en el argumento de que el Congreso no le dio a la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA, por sus siglos en inglés) el poder de promulgar tal mandato.

«Aunque el Congreso indiscutiblemente le ha dado a OSHA el poder de regular los peligros ocupacionales, no le ha dado a esa agencia el poder de regular la salud pública de manera más amplia. Exigir la vacunación de 84 millones de estadounidenses, seleccionados simplemente porque trabajan para empleadores con más de 100 empleados, ciertamente cae en la última categoría», rezó una opinión no firmada.

El bloqueo de la corte implica un severo golpe para Biden, quien hizo del control de la pandemia una de sus prioridades y está luchando contra un aumento de los casos debido al feroz avance de la nueva variante ómicron.

La vacunación se convirtió en un tema de polarización política en el país, donde apenas el 62% de la población está inmunizada.

 

El fallo podría afectar a una decisión del Ministerio de Defensa

El fallo, que seguramente generará nutrida polémica, podría modificar la decisión que pocas horas antes adoptó el Departamento de Defensa de relevar a seis comandantes del Ejército por negarse a cumplir el mandato presidencial de la vacunación obligatoria y emitir cerca de 3.000 resoluciones punitivas para aquellos soldados que se resisten todavía a ser inmunizados.

Por el momento, el Ejército todavía no ha tomado otras medidas contra los 2.994 efectivos que fueron reprendidos por no acatar las normas de Defensa, que fijó como fecha límite para la vacunación el 15 de diciembre de 2021.

Hasta ahora, el 96% de los soldados en servicio activo tienen la pauta completa de vacunación y ninguno de los cuerpos que conforman las Fuerzas Armadas otorgó una exención para vacunarse por motivos religiosos, a pesar de haber recibido cerca de 2.150 solicitudes.

En el caso de la Marina, hay 5.209 militares en servicio que siguen resistiéndose a ser inoculados, de los cuales 20 ya fueron sancionados.

 

Rechazo del Gobernador de Texas ante las sanciones a los militares

La cuestión de la obligatoriedad en las fuerzas militares causó previsible rechazo en algunos líderes republicanos, como el gobernador de Texas, Greg Abbott, quien anunció a principios de mes que demandaría al Ejecutivo por lo que considera una medida anticonstitucional.

A la vez, abogó por permitir que los efectivos de la Guardia Nacional, destinados en ese estado, puedan saltarse la prohibición y desarrollar su labor sin inyectarse.

El Departamento de Defensa impuso la vacuna obligatoria para todos los efectivos militares de los distintos cuerpos de las Fuerzas Armadas el pasado 24 de agosto, dando a cada uno de sus responsables la autoridad para redactar sus propias guías de planes de actuación, de implementación y cronogramas.

A principios de diciembre, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, recordó las consecuencias que tendrían aquellos que se negaran a cumplir esta normativa, como la pérdida de su salario.

Tras esta advertencia, los gobernadores republicanos de Wyoming Mark Gordon, Alaska William Walker, Iowa Kim Reynolds, Mississippi Tate Reeves y Nebraska Pete Ricketts enviaron una carta de manera conjunta pidiéndole que reconsiderara la medida.

En un escrito presentado a la Corte Suprema en nombre del Gobierno, la fiscal general, Elizabeth Prelogar, había dicho que las medidas propuestas por Biden eran necesarias «frente a la pandemia más mortífera en la historia de la nación».

Sin embargo, un grupo de 26 asociaciones empresariales consideró que la imposición «infligirá un daño irreparable a cientos de miles de empresas».

El Tribunal confirmó anteriormente la obligación de vacunación impuesta a los estudiantes universitarios y trabajadores de la salud por las autoridades locales, pero también frenó decisiones federales relacionadas con la pandemia, anulando por ejemplo una moratoria a los desalojos de viviendas.

 

Sí a la vacunación para los trabajadores de la salud

En contraste, la Corte Suprema permitió que entrara en vigor la política de vacunas implementada en noviembre por los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos para los trabajadores de instituciones sanitarias que dependen de fondos federales.

La obligatoriedad fue aprobada en una votación 5-4, en la que los jueces conservadores John Roberts y Brett Kavanaugh votaron junto a los tres liberales.

Según estimaciones del gobierno, el mandato regula a más de 10,4 millones de trabajadores de la salud en Estados Unidos.

El personal cubierto originalmente debía recibir la primera dosis antes del 6 de diciembre y el mandato permite algunas exenciones religiosas y médicas.

«La decisión de la Corte Suprema de mantener el requisito de los trabajadores de la salud salvará vidas: las vidas de los pacientes que buscan atención en las instalaciones médicas, así como las vidas de los médicos, enfermeras y otras personas que trabajan allí», valoró Biden.

«Cubrirá a 10,4 millones de trabajadores de la salud en 76.000 instalaciones médicas. Lo haremos cumplir», agregó.

Por último, Biden afirmó: «Ahora depende de los estados y los empleadores individuales determinar si hacer que sus lugares de trabajo sean lo más seguros posible para los empleados, y si sus negocios serán seguros para los consumidores durante esta pandemia al exigirles a los empleados que tomen las medidas simples y paso efectivo de vacunarse», sentenció.

Estados Unidos, con 64.120.554 de casos positivos y 845.577 fallecidos, sigue siendo el país más afectado por la pandemia de coronavirus, por encima de los otros dos países que lo preceden, India y Brasil.

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