La pelea que se desató entre el presidente argentino, Alberto Fernández, y su vicepresidente, Cristina Fernández de Kirchner, no solo mantiene en vilo al país sino que además, deja más que claro que el Gobierno está fracturado, como consecuencia de la derrota del domingo en las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO).
A los pocos días de la caída, el kirchnerismo hizo una jugada para meterle presión al presidente cuando varios de sus ministros -los que responden a Cristina- pusieron a disposición sus respectivas renuncias, como Eduardo «Wado» De Pedro (Interior); Martín Soria (Justicia); Juan Cabandié (Ambiente y Desarrollo Sostenible); Roberto Salvarezza (Ciencia y Tecnología); y Tristán Bauer (Cultura).
Y otros altos funcionarios como María Fernanda Raverta (Anses); Luana Volnovich (Pami); Pablo Ceriani (Aerolíneas Argentinas), Martín Sabbatella (Acumar); Victoria Donda (Inadi); y Paula Español (Secretaria Comercio Interior).
Entonces, Alberto Fernández escribió en Twitter una serie de mensajes en los que, sin referirse a su vicepresidente, dejó claro el descontento: «No es este el tiempo de plantear disputas que nos desvíen el camino», señaló.
«He oído a mi pueblo. La altisonancia y la prepotencia no anidan en mí. La gestión del gobierno seguirá desarrollándose del modo que yo estime conveniente. Para eso fui elegido», sentenció.
Ante esas palabras, Cristina Fernández de Kirchner publicó en la misma red social una extensa y directa carta que terminó de evidenciar el quiebre entre ambos.
«No voy a seguir tolerando las operaciones de prensa que desde el propio entorno presidencial a través de su vocero se hacen sobre mí y sobre nuestro espacio político: Alberto Fernández quería que el Dr. Eduardo De Pedro fuera su Jefe de Gabinete y fui yo la que no estuvo de acuerdo. Mal podría ahora promoverlo para ese cargo», indicó.
Y agregó: «El domingo 12 de septiembre de este año el peronismo sufrió una derrota electoral en elecciones legislativas sin precedentes. Mientras escribo estas líneas tengo el televisor encendido, pero muteado y leo un graph: «Alberto jaqueado por Cristina». No… no soy yo. Por más que intenten ocultarlo, es el resultado de la elección y la realidad», aseveró.
«Es más grave aún: en la provincia de Buenos Aires, termómetro inexcusable de la temperatura social y económica de nuestro país, el domingo pasado nos abandonaron 440.172 votos de aquellos que obtuvo Unidad Ciudadana en el año 2017 con nuestra candidatura al Senado de la Nación… con el peronismo dividido, sin gobierno nacional ni provincial que apoyara y con el gobierno de Mauricio Macri y su mesa judicial persiguiendo y encarcelando a ex funcionarios y dueños de medios opositores a diestra y siniestra», continuó.
«Sin embargo, al día siguiente de semejante catástrofe política, uno escuchaba a algunos funcionarios y parecía que en este país no había pasado nada, fingiendo normalidad y, sobre todo, atornillándose a los sillones. ¿En serio creen que no es necesario, después de semejante derrota, presentar públicamente las renuncias y que se sepa la actitud de los funcionarios y funcionarias de facilitarle al presidente la reorganización de su gobierno?», opinó.
Y prosiguió: «El martes 14 tuvo lugar, otra vez en Olivos, mi última reunión con el presidente de la Nación. Habían transcurrido 48 horas sin que se comunicara conmigo y me pareció prudente llamarlo y decirle que tenía que hablar con él. Dejé pasar 48 horas deliberadamente, para ver si llamaba (debo decir que, de las 19 reuniones, la mayoría fueron a iniciativa mía)».
«Allí le manifesté que era necesario relanzar su Gobierno y le propuse nombres como el del Gobernador Juan Manzur para la Jefatura de Gabinete. Sé que sorprenderá mi propuesta, es de público y notorio las diferencias ya superadas que he tenido con quien fuera mi Ministro de Salud desde el año 2009, cuando debí remover a quien entonces era mi Ministra de Salud por el fracaso en el abordaje de la pandemia de la gripe A (H1N1)», recordó.
Y agregó: «Además me comuniqué con el Ministro de Economía Martín Guzmán cuando se difundió falsamente que en la reunión que mantuve con el Presidente de la Nación, había pedido su renuncia. Las operaciones son permanentes y, finalmente, sólo terminan desgastando al gobierno. Es increíble que no lo adviertan. Es una pena tanto daño autoinfligido», aseveró.
«Confío, sinceramente, que con la misma fuerza y convicción que enfrentó la pandemia, el presidente no solamente va a relanzar su gobierno, sino que se va a sentar con su Ministro de Economía para mirar los números del presupuesto», reiteró.
Por último, Cristina aseguró: «Cuando tomé la decisión, y lo hago en la primera persona del singular porque fue realmente así, de proponer a Alberto Fernández como candidato a presidente de todos los argentinos y las argentinas, lo hice con la convicción de que era lo mejor para mi Patria. Sólo le pido al presidente que honre aquella decisión… pero por sobre todas las cosas, tomando sus palabras y convicciones también, lo que es más importante que nada: que honre la voluntad del pueblo argentino», finalizó.