Las negociaciones entre Rusia y Ucrania siguen con leves avances

Aunque mañana continuarán y podría haber novedades.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, aseguró que la nueva ronda de conversaciones -la cuarta- iniciada hoy entre Ucrania y Rusia, y que continuará mañana, tuvo «leves avances, aunque no significativos», ya que las negociaciones entre ambos países «siguen difíciles».

«Tenemos que mantenernos firmes y luchar para ganar, para lograr la paz que los ucranianos merecen, una paz honesta con garantías de seguridad para nuestro Estado, para nuestro pueblo. Y ponerlas por escrito en las negociaciones, unas negociaciones difíciles», afirmó Zelenski en un discurso por vídeo.

Antes de Zelenski, uno de sus negociadores, Mijail Podoliak, quien participa en las conversaciones, sostuvo: «La comunicación con Moscú sigue establecida, aunque es complicada».

«Vamos a hacer una pausa técnica en las negociaciones hasta mañana para permitir seguir trabajando en los subgrupos de trabajo y aclarar algunos términos», agregó.

 

Por videoconferencia

Más temprano, las delegaciones negociadoras de Rusia y Ucrania comenzaron una nueva ronda de diálogo, por primera vez por videoconferencia.

Se produjo en un clima de cierta expectativa positiva a pesar de que el principal asesor de Kiev insistió en las horas previas con la necesidad de que haya un alto el fuego y retiro de tropas de parte de Moscú.

«La razón de nuestros desacuerdos vienen del hecho de que tenemos sistemas políticos muy diferentes», subrayó Podoliak, quien calificó como «opresor sobre su sociedad» al de Rusia.

Se trató de la cuarta ronda de conversaciones entre Podoliak y su homólogo ruso, Vladimir Medinski, asesor del Kremlin. Las tres sesiones anteriores se celebraron en las fronteras ucraniano-bielorrusa y polaco-bielorrusa.

Esta nueva ronda se produjo después de una primera reunión entre los jefes de la diplomacia rusa y ucraniana, Serguei Lavrov y Dmitri Kuleba, respectivamente, el jueves pasado en Antalya, en el sur de Turquía.

Ucrania exigió una tregua inmediata en los combates y la retirada de las fuerzas rusas, casi tres semanas después del inicio de la invasión.

«Nuestra postura no ha cambiado: paz, alto el fuego inmediato, retiro de todas las tropas rusas y solamente después de eso podremos hablar de nuestras relaciones y de nuestras diferencias políticas», remarcó Podoliak en un video publicado en Twitter.

Fuentes de los dos equipos coincidieron en que las posiciones de las partes se acercaron en los últimos días, por lo que esperaban con optimismo las nuevas conversaciones.

«Moscú se ha vuelto mucho más sensible a la posición de Ucrania y ha comenzado a hablar constructivamente», apuntó Podoliak, sin dejar de reiterar en otro momento del mensaje que las propuestas ucranianas «están sobre la mesa y son muy fuertes; entre ellas están la retirada de las tropas y el cese al fuego», insistió.

El diplomático subrayó que -por ese motivo- espera que haya «resultados concretos en los próximos días».

Por su parte, el negociador ruso, Leonid Slutski, manifestó: «Si comparamos la posición de las dos delegaciones entre el inicio de las negociaciones y ahora, vemos un progreso significativo».

«Mi expectativa personal es que este progreso conduzca muy pronto a una posición común entre las dos delegaciones y a la firma de documentos”, subrayó.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, señaló el viernes que veía «progresos positivos» en las conversaciones y Zelenski destacó el sábado que Moscú adoptó un enfoque «fundamentalmente diferente».

 

Sigue la ofensiva de Rusia

Sin embargo, los esfuerzos diplomáticos para detener la guerra que entró hoy en su décima novena jornada se chocan de frente con la cruda realidad que se desarrolla en el frente de batalla.

Una persona murió hoy en nuevos bombardeos rusos en Kiev que tenían como objetivo la fábrica aeronáutica Antonov, anunciaron las autoridades municipales de la capital ucraniana.

«Fragmentos de misiles cayeron en la carretera en el distrito de Kurenivka, causando un muerto y seis heridos», precisó la alcaldía.

Las autoridades ucranianas ya habían informado que otra persona había muerto en un bombardeo contra un edificio de viviendas en Kiev.

Poco antes, al menos 20 personas murieron y otras 26 resultaron heridas en Donetsk, en el este de Ucrania, por un ataque de las tropas ucranianas con un misil balístico táctico Tochka-U, según denunciaron las autoridades de esa ciudad separatista rusoparlante.

«De acuerdo con los datos preliminares, en el centro de Donetsk, donde cayeron los restos de un misil táctico Tochka-U, murieron 20 personas», informó el centro de la defensa territorial en su canal de Telegram.

El líder de la región separatista -reconocida por Rusia-, Denís Pushilin, aseveró: «Hay niños entre los muertos, también 26 heridos».

«Tochka-U llevaba una carga de racimo, prohibida, como sabemos», precisó Pushilin, destacando que, si el misil no hubiera sido derribado por las fuerzas de Donetsk, «habría causado muchas más víctimas».

En tanto, los esfuerzos diplomáticos se vieron ensombrecidos además por las declaraciones del vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, quien adelantó que el Ejército ruso «no descarta tomar el control total de las principales ciudades de Ucrania».

«El Ministerio de Defensa, para garantizar la máxima seguridad de la población civil, no descarta la posibilidad de tomar el control total de las principales ciudades que ya están rodeadas», puntualizó Peskov, quien a la vez aclaró que el presidente Putin «no ha ordenado un asalto de este tipo».

 

El papel de China

Beijing, por su parte, negó rotundamente hoy que Rusia le haya pedido equipamiento militar en apoyo a la invasión a Ucrania, saliendo al cruce de una información en ese sentido publicada ayer por medios de prensa estadounidenses.

«Se trata de desinformación, de noticias falsas», enfatizó el portavoz de la Cancillería, Zhao Lijian.

El diplomático chino acusó a Estados Unidos «de difundir de forma malintencionada desinformación contra China en lo relativo a la cuestión de Ucrania» y resaltó que su país «se esfuerza por jugar un papel constructivo promoviendo las negociaciones de paz».

Zhao agregó que Washington «debe dar explicaciones sobre su actividad biológico-militar en el exterior, en particular en el territorio de Ucrania».

«Si Estados Unidos quiere demostrar el carácter sincero de su actividad, ¿por qué no abrir, entonces, sus laboratorios biológicos a los expertos internacionales para que efectúen una investigación independiente?», preguntó al comentar noticias sobre la actividad de los laboratorios biológicos en Ucrania financiados por la Casa Blanca.

El Ministerio de Defensa de Rusia organizó hace poco una sesión en la que informó que Estados Unidos gastó más de 200 millones de dólares en el funcionamiento de laboratorios biológicos en Ucrania que participaban en el cumplimiento de un programa biológico-militar estadounidense, y que experimentaban en particular con agentes patógenos de la peste y el carbunco (ántrax).

 

La guerra en cifras

Desde el inicio de la ofensiva rusa, el 24 de febrero último, 596 civiles ucranianos murieron, según la Organización de Naciones Unidas (ONU), entre los cuales se cuentan 85 niños, informó la oficina del fiscal general de Ucrania.

Además, se documentaron 12 decesos y 34 heridos en 31 ataques contra el personal y la infraestructura sanitaria, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) que exigió, junto a la Agencia de Naciones Unidas para la infancia (Unicef) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa), un alto al fuego.

Rusia lanzó hace 19 días una ofensiva militar en Ucrania bajo la justificación de que el Gobierno de Kiev venía cometiendo crímenes contra los habitantes de dos provincias rusoparlantes en la región del Donbass a las que, previamente, Moscú había reconocido como Estados independientes.

El reclamo del Kremlin incluye la violación por parte de Ucrania de los Acuerdos de Paz de Minsk, de 2014 y 2015, que obligaban a Kiev a darle a esas dos ciudades -Lugansk y Donetsk, que en sendos referendos votaron por separarse de Ucrania- autonomía y posibilidades de elegir sus propias autoridades regionales.

Ucrania, en cambio, consideró que con la operación militar Rusia pretende arrasar con la cultura y la historia ucraniana, y derrocar a Zelenski para promover que llegue al poder un dirigente cercano a Moscú.