La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que los casos de coronavirus subieron un 11% a nivel mundial la semana pasada respecto de la anterior; mientras que las muertes se redujeron en un 4%.
Además, el organismo de salud subrayó que el riesgo que representa la variante ómicron «sigue siendo muy alto», pese a que la cepa delta «sigue siendo la dominante» en todo el mundo.
La OMS -entre el 20 y el 26 de diciembre- contabilizó casi 4,99 millones de casos en el planeta, un 11% más que en la semana previa.
La mitad de todos esos casos correspondieron a Europa, con 2,84 millones, aunque eso representa un incremento de solo un 3% comparado con la semana anterior, agregó el organismo.
El «Viejo Continente» es también la región con la mayor tasa de infección, de 304,6 nuevos casos por cada 100.000 habitantes, precisó la OMS.
El ente de salud mundial señaló que en América los casos aumentaron un 39%, hasta 1,48 millones, y que es la región con la segunda mayor tasa de contagios, con 144,4 nuevos casos por cada 100.000 habitantes.
Estados Unidos fue el país que más contagios confirmó la semana pasada (1.18 millones, un 34% más), seguido de Reino Unido (611.000, un 20% más), Francia (504.000, un 41% más) e Italia (257.000, un 62% más).
En África, donde los contagios llegaron a duplicarse en semanas anteriores, en esta ocasión hubo un aumento más moderado del 7% (274.000), mientras que en Asia Oriental los casos se mantuvieron estables (238.000), en Oriente Medio bajaron un 3% (76.000) y en el sur de Asia un 12% (76.000).
La OMS indicó que «el riesgo general relativo a la nueva variante ómicron sigue siendo muy alto y que hay evidencia consistente de que se propaga más rápido que delta, que continúa como la dominante en muchas partes del mundo».
Además, destacó «una disminución de la incidencia en Sudáfrica», el país donde se detectó primero ómicron, y apuntó que datos recientes de Reino Unido y Dinamarca indican que «el riesgo de hospitalización por esta nueva variante es menor en relación a delta».
Sin embargo, la OMS dejó en claro que se necesitan más datos «para entender los parámetros clínicos de severidad, incluyendo el uso de oxígeno, la respiración mecánica y la muerte, y cómo la severidad se pueda ver afectada por la vacunación y/ la infección previa».
Pese al descenso general en el número de muertes hubo un preocupante aumento del 72% en los decesos por coronavirus en África (952), aunque en cifras absolutas ese número fue muy inferior a los fallecidos en Europa (23.900, un 12% menos que en la semana anterior) y en América (12.700, un 7% más).