El último año fue para la industria logística un período de grandes retos y dificultades producto de la falta de contenedores y la congestión en los principales puertos, que elevó los precios del transporte marítimo y aéreo a niveles récord, producto de la pandemia de coronavirus.
Para los próximos dos años el panorama no cambiará mucho y las previsiones indican que las alzas en los valores podrían extenderse incluso durante 24 meses más.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) adelantó hace unas semanas que el incremento en las tasas del transporte marítimo se mantendría durante 2022, por los grandes problemas de las cadenas de suministro generados por la pandemia de Covid-19.
La UNCTAD advirtió, además, que debido a esto, los niveles mundiales de precios de importación aumentarán en promedio un 11% hacia 2023.
Pero los precios subirán por otras razones
Si bien las dificultades en la cadena de suministro es una de las principales razones que incidió en el alza de los precios, otras variables aparecieron e influirían para que esta tendencia alcista se mantenga por lo menos por los próximos dos años.
«Lo que hemos establecido, en conjunto con diversos grupos navieros, es que el nivel de los fletes va a seguir alto durante los próximos 24 meses, lo que sería una consecuencia de la sobrecarga del sistema, al estar operando al 100% de su capacidad», explicó Matías Baerwald, business development manager de KLog.co, uno de los principales embarcadores digitales de Latinoamérica
Según la UNCTAD, la crisis sanitaria dejó en evidencia los problemas que ya acarreaba la industria logística y los magnificó, exponiendo sus vulnerabilidades.
En este contexto, la agencia de la ONU prevé que en 2021 se registre un incremento del comercio marítimo de un 4,3%, luego de una contracción de 3,8% en 2020, y espera una desaceleración del progreso anual de 2,4% para este año y hasta 2024.
El ejecutivo de KLog.co consideró que el gran problema está en la disminución de los tiempos en los muelles que retarda los movimientos de grúa tanto para la descarga como para la carga. «Este problema genera retrasos en las salidas y mayores tiempos en los transbordos», apuntó.
Baerwald, frente a estos retrasos -que creen que se van a mantener al menos hasta el tercer trimestre de este año-, les recomendó a las empresas asesorarse con «embarcadores serios, que cuenten con negociaciones con muchas navieras, y que les puedan brindar posibilidades de espacio, para asegurar las cargas y cadenas de suministro».
«Es muy importante que más compañías sumen tecnologías pensando en lo que viene para los próximos dos años, donde contar con herramientas que aporten en la logística va a ser de primera necesidad», concluyó Baerwald.