Afganistán solicitó formalmente -vía carta- hablar en la 76 sesión de alto nivel de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que se desarrolla de manera presencial en la ciudad estadounidense de Nueva York, con el fin de «empezar a interactuar con el mundo».
El Gobierno Talibán designó a Suhail Shaheen, su portavoz en Doha, Qatar, como su representante ante la ONU, según lo confirmó su vocero, Bilal Karimi.
«Shaheen es la persona idónea para pronunciar el discurso en nombre de Afganistán, como representante del Emirato Islámico en la Asamblea General en curso en las Naciones Unidas», puntualizó Karimi.
La solicitud, sin embargo, no garantiza que los talibanes puedan dirigirse a los líderes internacionales, pues corresponde a un comité de la Asamblea pronunciarse sobre quién debe intervenir en nombre de Afganistán, decisión que a priori no se produciría antes de que termine la actual Asamblea General, el próximo lunes.
No obstante, Ghulam M. Isaczai, el embajador del gobierno depuesto de Ashraf Ghani, también -vía carta- pidió la palabra.
Según el portavoz de la ONU, Farhan Haq, ambas cartas fueron remitidas al comité de credenciales de la Asamblea General, un órgano formado por nueve países -entre ellos Estados Unidos, China y Rusia- y que es el encargado de dirimir este tipo de conflictos, para lo que habitualmente opera buscando el consenso.
Cabe destacar que el Gobierno Talibán todavía no es reconocido por occidente, pese al compromiso de respetar los derechos humanos, tema que estuvo presente en varias de las intervenciones de jefes de Estado durante la Asamblea.
Hace una semana la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, la expresidenta chilena Michelle Bachelet, denunció que las promesas del nuevo régimen talibán de respetar los derechos humanos de las mujeres y ofrecer amnistías a personas relacionadas con el anterior gobierno, apoyado por Estados Unidos, están siendo incumplidas.
En su informe al Consejo de Derechos Humanos de la ONU sobre la situación en Afganistán tras el relevo de poder, la alta comisionada aseguró que en menos de un mes de control talibán «las mujeres han sido progresivamente excluidas del espacio público».
Ya se prohibió a las niñas mayores de doce años asistir a la escuela en muchos lugares del país, y numerosos departamentos de protección de la mujer en la nación fueron desmantelados, mientras su personal era amenazado, denunció la expresidenta chilena.
«Asociaciones de mujeres de la sociedad civil han sido acusadas de obscenas, o de extender ideas contra el islam en sus comunidades», destacó la responsable de derechos humanos de la ONU, quien también subrayó que en algunas áreas ya se prohíbe a las mujeres que acudan a zonas públicas sin un acompañante masculino.