El Instituto Nacional de Migración (INM) de la Secretaría de Gobernación de México otorgó documento migratorio a 45 madres y 4 padres, quienes forman parte de la XVI Caravana de Madres Centroamericanas que buscan a su hijos y familiares desaparecidos en suelo mexicano.
Según el INM, este documento les permitirá permanecer en el país por 180 días para realizar la búsqueda de sus seres queridos provenientes de Honduras, El Salvador y Guatemala, quienes tenían como objetivo llegar a Estados Unidos.
La nueva columna ingresó por Ciudad Hidalgo, Chiapas, en el sur del país, y planea recorrer varios estados de México en la búsqueda.
Los datos del INM: hasta el momento se realizaron 16 caravanas de este tipo y se localizaron a 370 personas en territorio mexicano en diferentes circunstancias.
México levantó campamento de migrantes en frontera con Estados Unidos
Autoridades mexicanas levantaron el campamento de migrantes que se instaló junto al puente fronterizo de la ciudad de Reynosa hace más de un año y donde se hacinaban unas 2.000 personas, entre ellas cientos de niños.
Según informó el INM en un comunicado, los migrantes -guatemaltecos, salvadoreños, hondureños y haitianos- fueron trasladados a un albergue en coordinación con asociaciones religiosas «de forma pacífica y ordenada».
La Guardia Nacional y la policía estatal acompañaron la operación que, como en otros puntos de la frontera en otras ocasiones, se hizo en plena noche.
El campamento era uno de los muchos que proliferaron en los principales cruces de la frontera entre México y Estados Unidos desde el inicio de la pandemia de coronavirus, cuando el ex presidente Donald Trump puso en marcha una medida de expulsiones inmediatas de migrantes.
Según el gobierno estadounidense tenía como objetivo evitar la propagación del coronavirus pero para los colectivos sociales fue una forma de bloquear el acceso al país de los solicitantes de asilo. La actual administración de Joe Biden prevé eliminar la medida el próximo 23 de mayo.
Las condiciones de vida en el campamento, situado en la plaza junto al puente internacional y en una ciudad con altos niveles de violencia vinculada con el crimen organizado, eran malas: familias enteras dormían en carpas o bajo plásticos, todos hacinados bajo el sol o la lluvia, con pocas medidas higiénicas y en plena pandemia.
Según el INM en el nuevo albergue serán atendidos por las autoridades y organizaciones religiosas.