El reciente impulso del Gobierno mexicano para implementar una reforma laboral ha desatado una ola de críticas entre los repartidores y trabajadores de plataformas digitales. A pesar de que esta reforma se había echado atrás en 2022, ahora se presenta como una solución a los problemas laborales del sector. Sin embargo, múltiples actores denuncian que sus planteamientos son engañosos y que las consecuencias serán perjudiciales para quienes dependen de este tipo de trabajo.
Menos ingresos para los repartidores
Los repartidores se enfrentarán a una reducción significativa en sus ingresos debido a varios factores. En primer lugar, se prevé que recibirán menos pedidos, lo que afectará directamente su capacidad de generar ganancias. Además, se estima que los costos de los pedidos aumentarán, lo que podría disuadir a los consumidores de utilizarlas. La reforma también podría dejar fuera a tres de cada cuatro repartidores, limitando aún más las oportunidades laborales.
Asimismo, la imposición de tarifas fijas, al ser considerados empleados, eliminaría los incentivos existentes, transformando sus ingresos en cantidades fijas y no variables. Esto se complementa con la obligación de pagar cuotas sindicales y un aumento en la carga impositiva, lo que, en conjunto, resultará en un ingreso neto considerablemente menor.
La reforma fijará salarios y eliminará incentivos adicionales, restringiendo las oportunidades de ganancias.
Pérdida de independencia y flexibilidad
La reforma amenaza con socavar la independencia que caracteriza a estos trabajadores. La necesidad de firmar contratos obligatorios implicará la imposición de horarios fijos y zonas de reparto específicas, lo que limitará su libertad de elección. Además, ya no podrán rechazar pedidos, obligándolos a aceptar todas las solicitudes que reciban.
Con la intervención de sindicatos en la negociación, los repartidores perderán la capacidad de decidir sobre sus propias condiciones laborales, mientras que la posibilidad de trabajar en múltiples plataformas se verá restringida, afectando su capacidad para maximizar ingresos.
Menos ciudades, menos trabajo y exclusión
Se anticipa que algunas plataformas podrían retirarse de diversas ciudades, lo que afectaría gravemente a los repartidores locales. Los pequeños negocios de comida, que dependen de estos servicios, también se verán afectados por los altos costos, lo que podría resultar en una reducción de la contratación.
Aquellos que no puedan conectarse durante periodos prolongados o que pertenezcan a grupos como madres solteras, estudiantes, pensionados y trabajadores formales se enfrentarán a la exclusión del sistema laboral.
La falacia de la subordinación flexible
La idea de que se puede ser subordinado sin un jefe es contradictoria. Si los repartidores pueden decidir cuándo y dónde trabajar, son trabajadores independientes, no subordinados.
Contratos que implican jefaturas
Los nuevos contratos establecerán obligaciones y horarios, limitando la libertad de los repartidores.
Seguridad social ya existente
Los repartidores ya cuentan con seguros privados que les ofrecen mejores condiciones que las propuestas por el IMSS. La reforma podría poner en riesgo esta protección.
La reforma laboral en México, lejos de ser una solución, plantea riesgos considerables para los repartidores y otros trabajadores de plataformas digitales. La discusión en torno a este tema es crucial para garantizar que se tomen en cuenta las voces de quienes realmente se verán afectados.