Migrantes indocumentados con antecedentes penales graves, foco de redadas del ICE en Estados Unidos

Agentes federales del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) han llevado a cabo una serie de operativos nacionales desde el pasado fin de semana, que hasta ahora han resultado en la detención de más de 1.200 inmigrantes indocumentados con antecedentes criminales o condenas por delitos cometidos en territorio estadounidense.

Según la administración Trump, estas acciones, denominadas «operativos dirigidos mejorados», se enfocaron en personas consideradas como una amenaza para la seguridad nacional y la tranquilidad de las comunidades.

De acuerdo con un informe de FOX News, estas redadas se llevaron a cabo en varias ciudades del país, incluyendo Atlanta, Miami, Chicago y Boston. En estos operativos, los agentes del ICE colaboraron con otras agencias federales, como el FBI, la Administración de Control de Drogas (DEA), la Patrulla Fronteriza y el Servicio de Alguaciles de Estados Unidos (U.S. Marshals).

En Atlanta, por ejemplo, las autoridades trabajaron junto al Departamento de Seguridad Nacional (HSI) para identificar y capturar a inmigrantes indocumentados con antecedentes penales, gestionando su deportación inmediata. Esta ciudad, que ha sido centro de atención en el debate migratorio tras el asesinato de una estudiante universitaria por un inmigrante ilegal, ha intensificado sus operativos.

Más de 1.200 inmigrantes indocumentados

Según el reporte de FOX News, los agentes federales coordinaron con el FBI y la DEA para retirar de las calles a personas clasificadas como «extranjeros criminales». En Miami, las redadas resultaron en la detención de al menos cuatro inmigrantes indocumentados acusados de delitos graves. Entre los casos destacados se encuentra el de un ciudadano nicaragüense detenido en el condado de Broward, acusado de estar implicado en un tiroteo, según CBS News.

En Chicago, una ciudad conocida por su política de protección hacia inmigrantes indocumentados, las operaciones contaron con la participación de múltiples agencias federales. Según reportó The Chicago Tribune, estas acciones tuvieron como objetivo garantizar la seguridad pública al retirar de las comunidades a personas consideradas peligrosas.

En Boston, las autoridades capturaron a Wisteguens Charles, un ciudadano haitiano con un historial de 17 condenas penales en Massachusetts. Patricia Hyde, directora interina de la Oficina de Campo de ERO en Boston, destacó que Charles «ha violado nuestras leyes reiteradamente, causando un daño significativo a los residentes del estado».

Según el reporte, Charles ingresó ilegalmente a Estados Unidos en 2013 y acumuló múltiples condenas entre 2022 y 2024. A pesar de que ICE presentó una solicitud de detención en 2023, fue liberado por una cárcel en Massachusetts, permitiéndole continuar delinquiendo.

Contexto de los operativos

Estas acciones forman parte de una estrategia más amplia de la administración del expresidente Donald Trump, quien durante su campaña presidencial destacó la importancia de fortalecer la seguridad fronteriza y aplicar estrictamente las leyes de inmigración. Estas medidas responden a un aumento de crímenes atribuidos a inmigrantes indocumentados, lo que ha generado indignación entre las familias de las víctimas y ha impulsado iniciativas legislativas como la Ley Laken Riley.

Un caso emblemático que motivó estas políticas es el de Laken Riley, una estudiante de enfermería de 21 años asesinada mientras corría en Athens, Georgia. Su agresor, José Ibarra, un inmigrante venezolano con presuntos vínculos con la banda criminal Tren de Aragua, ingresó ilegalmente al país en 2022 y fue liberado bajo libertad condicional fronteriza. Posteriormente, acumuló cargos penales en Nueva York antes de ser condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional en noviembre de 2024.

En un comunicado reciente, la oficina de HSI en Atlanta destacó que la remoción de «extranjeros criminales» no solo busca el cumplimiento de la ley, sino también proteger a las comunidades. «Garantizar la seguridad de nuestros vecindarios comienza con el respeto por las leyes», subrayó la agencia.

Por su parte, ICE enfatizó que estos operativos tienen como objetivo «preservar la seguridad pública y nacional al mantener fuera de nuestras comunidades a extranjeros criminales potencialmente peligrosos».

Las redadas han generado reacciones mixtas. Mientras algunos sectores apoyan los esfuerzos por retirar a individuos peligrosos, otros critican las políticas migratorias por considerarlas excesivamente severas. En ciudades como Chicago, donde el alcalde demócrata Brandon Johnson ha prometido proteger a los inmigrantes indocumentados, las tensiones entre autoridades locales y federales continúan.

Fuente: Infobae