Naufragio en Italia deja decenas de migrantes muertos

Alrededor de 60 migrantes murieron este domingo tras el naufragio de su embarcación no lejos de la ciudad italiana de Crotone, en Calabria (sur), pocos días después de aprobarse una controvertida normativa de salvamento de migrantes en el mar.

«Hasta hace unos minutos el número de víctimas confirmadas era de 59», dijo a las 16:00 horas Vincenzo Voce, el alcalde de la localidad, a la cadena de noticias Sky TG-24.

Según los rescatistas, la embarcación transportaba unas 120 personas y chocó contra unas rocas a algunos metros de la orilla. Los bomberos señalan que había «más de 200 personas» a bordo.

En las imágenes difundidas por la policía italiana, se ven trozos de madera diseminados sobre la playa, donde acudieron los socorristas mientras los rescatados esperaban su traslado a un centro de acogida.

La jefa de gobierno, Giorgia Meloni, líder del partido Hermanos de Italia (FDI, extrema derecha), expresó su «profundo dolor» en un comunicado y manifestó que era «criminal mandar a la mar a una embarcación de apenas 20 metros con 200 personas a bordo y con un mal pronóstico del tiempo».

«El gobierno está comprometido a impedir las salidas y este tipo de tragedias y seguirá haciéndolo al exigir antes de todo la mayor colaboración de los Estados de salida y de origen», aseguró.

El presidente de la República, Sergio Mattarella precisó que un «gran número de estos migrantes venía de Afganistán e Irán, huyendo de condiciones muy difíciles».

Tras la tragedia, la jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, urgió avanzar en la reforma del derecho de asilo en la Unión europea.

Es necesario «redoblar los esfuerzos respecto al Pacto sobre las migraciones y el derecho de asilo, y sobre el Plan de acción para el Mediterráneo central», dijo.

Este nuevo naufragio tiene lugar apenas unos días después de la adopción en el Parlamento italiano de unas controvertidas nuevas reglas sobre el rescate de migrantes impulsadas por el gobierno dominado por la extrema derecha.

 

Fuente: La Jornada