El abogado Paul Reichler, quien representó a Nicaragua ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en varios litigios internacionales, renunció a su cargo por «conciencia moral» y marcó, así, «las serias diferencias» que mantiene con el presidente de su país, Daniel Ortega.
”Mi conciencia moral me exige que debo cortar mis lazos con el segundo Ortega (a partir de 2018) y negarme a servirle», afirmó Reichler en una dura carta abierta publicada en el medio digital Confidencial.
Reichler formó parte de los equipos de abogados de Nicaragua en el caso conocido como «Irán-Contras» con Estados Unidos, el del mar Caribe con Colombia, o el del río San Juan con Costa Rica, que el Gobierno nicaragüense contó como «victorias».
”Rezaré por el día en que Nicaragua vuelva a ser libre”, expresó Reichler en la carta, que está dirigida al mandatario nicaragüense.
En la misiva, el jurista dividió a Ortega en dos personajes, uno previo a 2018, que tildó de democrático y pacífico, y otro a partir de ese año, al que señala de actuar «tan despiadadamente, resultando en cientos de trágicas muertes”, así como de arrestar y enjuiciar a decenas de personas «con cargos falsos que no son más que un pretexto para eliminar la disidencia y la oposición».
Reichler admitió sentirse «honrado y orgulloso de haber ayudado a Nicaragua a defender y extender su soberanía”, pero no ocultó su desconcierto por las decisiones de Ortega, al que acusó de haber «destruido la democracia y establecer una nueva dictadura, no muy diferente a la que ayudó a derrocar».
La carta -indicó el abogado a Ortega- es «para dar por terminada mi relación con usted y su Gobierno. No sé qué le hizo cambiar, pero usted ya no es el Daniel Ortega a quien tanto respeté, admiré, quise y serví con orgullo durante tantos años”.
Reichler recalcó que el régimen del actual presidente hizo «elecciones falsas, mantiene una legislatura sumisa, un sistema judicial corrupto e incapaz de impartir justicia, y el silenciamiento de la libertad de expresión y de los medios de comunicación independientes».
Además le recriminó enviar al exilio al Premio Cervantes 2017 Sergio Ramírez; al comandante Luis Carrión; al Ortega y Gasset 2021, Carlos Fernando Chamorro; a la escritora Gioconda Belli; al economista Edmundo Jarquín; y a los ex guerrilleros sandinistas Mónica Baltodano y Julio López Campos.
También se refirió al fallecido Hugo Torres, el histórico «Comandante Cero», quien murió bajo custodia policial tras ocho meses en la cárcel y sin haber sido juzgado.
«Me resulta impensable que ese Daniel Ortega hubiera asesinado a Hugo Torres y llevado sádicamente a los otros grandes patriotas, ahora encerrados en sus celdas, al borde del hambre y la muerte», aseveró.
Reichler concluyó su relación con Ortega una semana después de que el diplomático nicaragüense Arturo McFields denunciara que en Nicaragua hay una «dictadura» durante una sesión de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Ortega despidió a Arturo McFields
El Gobierno de Nicaragua relevó formalmente al embajador ante la OEA, Arturo McFields, por sus declaraciones en contra del Gobierno de Ortega, según informó la prensa local.
El cese de McFields, retroactivo al 23 de marzo pasado, y su reemplazo por Francisco Campbell, fueron dispuestos por sendos decretos del presidente Ortega publicados en La Gaceta (boletín oficial), según el diario nicaragüense La Prensa.
«Denunciar la dictadura de mi país no es fácil, pero seguir guardando silencio y defender lo indefendible es imposible», afirmó McFields ante la sorpresa de sus pares en plena reunión del Consejo Permanente de la OEA.
El diplomático sostuvo que desde las protestas iniciadas en abril de 2018 «no hay libertad de publicar un simple tuit, un comentario en las redes sociales, y que todos los organismos de derechos humanos fueron cerrados, expulsados o clausurados».
«Tengo que hablar; aunque tenga miedo, tengo que hablar, aunque mi futuro y el de mi familia sean inciertos, tengo que hablar, porque si no lo hago las piedras mismas van a hablar por mí», agregó.
McFields dijo que hablaba «en nombre de más de 177 presos políticos y más de 350 personas que han perdido la vida desde 2018», y subrayó que en Nicaragua «no hay partidos políticos independientes, ni elecciones creíbles, no existe separación de poderes sino poderes fácticos».
«El señor Arturo McFields no nos representa, por lo cual ninguna declaración suya tiene validez», replicó inmediatamente la cancillería nicaragüense en un comunicado.
Además, el Gobierno enfatizó que el verdadero embajador ante la OEA era Campbell, quien en realidad estaba acreditado ante Estados Unidos.
El funcionario desplazado era el embajador de Nicaragua ante la OEA desde noviembre del año pasado y los dos años previos actuó como ministro consejero de esa representación.
Antes fue periodista de televisión y era reconocido por su cercanía a Ortega y a la esposa del mandatario, la vicepresidente Rosario Murillo.