El Gobierno de la ciudad de Nueva York despidió a 1.430 empleados que se negaron a vacunarse contra el coronavirus, tras agotar todos los plazos y prórrogas ofrecidos durante varios meses.
Según las cifras ofrecidas por el consistorio municipal, se trata de solo el 1% de la enorme plantilla de 370.000 trabajadores que convierten al Gobierno de la ciudad en el principal empleador del Estado.
De los despedidos, 914 pertenecen al Departamento de Educación, que gestiona todas las escuelas públicas de Nueva York y que son el lugar donde aún se mantiene, por ejemplo, la obligatoriedad del uso del tapabocas, una medida ya levantada para el resto de lugares cerrados desde la pasada semana.
El 21 de julio de 2021 la Alcaldía de Nueva York impuso la vacuna y dio una moratoria -sin empleo ni sueldo- que se fue extendiendo en varias ocasiones y que expiró el viernes pasado.
El 1 de noviembre, la ciudad, fuertemente golpeada por el coronavirus, decretó la vacunación obligatoria para todos a todos sus empleados, entre ellos funcionarios, policías, bomberos, personal sanitario y profesores.
A partir del 27 de diciembre amplió ese requisito para los trabajadores de las 184.000 empresas del sector privado y para los mayores de 12 años que quisieran entrar a lugares públicos como restaurantes, teatros y cines.
De los últimos 3.000 empleados antivacunas que quedaban el viernes, un 40% cedió y aceptó recibir la inoculación para evitar perder su empleo.
Ultimátum oficial
El jueves, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, llamó a los empleados municipales a vacunarse.
«Tienes que vacunarte. Si no cumples las normas, estás tomando esa decisión», insistió el alcalde en una conferencia de prensa.
Además, evaluó que esos funcionarios que se negaron a recibir la inmunización «no están siendo despedidos, sino que dejan sus trabajos».
En paralelo, Adams, quien lleva cerca de un mes y medio en el cargo, volvió a renovar el incentivo de 100 dólares a todos aquellos ciudadanos -empleados municipales o no- que acudan a ponerse la tercera dosis de refuerzo, una paga que fue instituida por su antecesor, Bill de Blasio y que estuvo vigente hasta fin de año.
Nueva York tiene una de las tasas más altas de vacunación de todo el país, con un 95% de adultos con al menos una dosis, lo que no impidió que durante las fechas navideñas la ciudad alcanzase unos picos de contagio de la variante ómicron que llegaron a sumar hasta 85.000 nuevos casos en un solo día.
Cabe recordar que al menos 38.000 personas murieron en la metrópolis de casi 9 millones de habitantes.