Las autoridades de Panamá incautaron unos 9,9 millones de dólares, el decomiso económico más grande en su historia, pertenecientes a una organización criminal vinculada al Clan del Golfo, el cartel colombiano acusado de concentrar 30% de las drogas prohibidas que se envían de Colombia a Estados Unidos.
La millonaria suma se halló en la vivienda de uno de los supuestos cabecillas de la banda, ubicada en Colón, una provincia del Caribe con una alta tasa de criminalidad y usada para el tráfico de droga.
El Ministerio Público (MP/Fiscalía) aclaró en un comunicado que «esta gran suma de dinero pertenece a la organización criminal desarticulada que trabajaba con el grupo criminal conocido como Clan del Golfo”.
«El dinero estaba en una sola casa, pero en varias caletas, pertenecientes a uno de los líderes de este grupo. Se trata, sin duda, de la incautación más grande de dinero del narcotráfico que se ha hecho en el país en toda su historia», subrayó el fiscal general, Javier Caraballo.
En paralelo, las fuerzas de seguridad de Panamá -con el apoyo de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos) (DEA, por sus siglas en inglés) y la Fiscalía de Colombia- detuvieron a 57 supuestos miembros de la organización ligada al cartel colombiano, a través la operación «Fisher».
Los detenidos, entre los que supuestamente hay policías, están acusados de narcotráfico, blanqueo de capitales y asociación ilícita, reportó el Ministerio Público de Panamá en un comunicado.
Las personas capturadas, algunas panameñas y otras extranjeras, se dedicaban a «recibir, custodiar y ocultar grandes cantidades de droga provenientes de Colombia» y están «presuntamente ligadas al cartel del Clan del Golfo».
El Clan del Golfo tiene vínculos en 28 países, en varios de los cuales opera en alianza con carteles mexicanos. Semanas atrás fue capturado en Colombia el jefe máximo de la organización, Darío Úsuga, alias Otoniel, quien podría ser extraditado a Estados Unidos.
Panamá es la entrada en Centroamérica de la droga que, procedente de América del Sur, trata de llegar a Estados Unidos, principal consumidor mundial de cocaína.