El candidato correísta Andrés Aráuz ha asegurado en varias ocasiones que no busca “desdolarizar Ecuador”; sin embargo previamente ha dejado pistas de que busca hacer lo contrario
Durante años y años de campaña electoral, diversos líderes de izquierda de la región han dejado evidencia de por qué no hay que creer en ellos; pues tras llegar al poder olvidaron sus propuestas e hicieron todo lo contrario a lo que habían profesado antes de ser electos.
El candidato correísta Andrés Aráuz ha asegurado en varias ocasiones que no busca “desdolarizar Ecuador”; sin embargo previamente ha dejado pistas de que busca hacer lo contrario.
De ganar las elecciones, el candidato de la izquierda podría seguir los pasos de todos sus líderes y mentores: incumplir lo que proponen hasta destruir al país y al sector privado.
Tal fue el caso del ex presidente Hugo Chávez que durante su campaña electoral afirmó que no tenía intenciones de nacionalizar ninguna empresa: «No tenemos intención de nacionalizar absolutamente nada», dijo; sin embargo no solo nacionalizó la principal empresa de telefonía y electricidad, sino que además expropió otras tanto nacionales como internacionales.
Pero más recientemente otro líder de izquierda que no supo cumplir sus promesas de campaña fue Evo Morales en Bolivia, quien hoy está prófugo de la Justicia de su propio país.
Morales planteó “la industrialización para salir de la pobreza” y prometió convertir a Bolivia en una potencia económica; pero en vez de hacerlo, nacionalizó compañías, no diversificó su matriz productiva y dejó al país tremendamente dependiente de los precios de las exportaciones.
Asimismo prometió respetar los resultados del referéndum en el que los bolivianos rechazaron su repostulación; y sin embargo meses después decidió omitirlos y postularse a la Presidencia.
Pero como si Hugo Chávez y Morales no fueran suficientes para demostrar que en las promesas de la izquierda no se debe confiar; hay que recordar al actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador quien prometió en campaña un crecimiento económico sostenido; una promesa que no ha podido cumplir. De hecho dijo que la economía crecería en un 4% y solo en su primer año de gestión se contrajo 1%.
A Hugo Chávez, Evo Morales y AMLO en promesas incumplidas también se suman las declaraciones del actual presidente de Argentina, Alberto Fernández quien dijo que se “ocuparía del hambre” con su plan “Argentina contra el hambre” y sin embargo sucedió todo lo contrario, la pobreza aumentó en un 44% y alcanzó a 20 millones de personas en ese país.
Asimismo Férnandez también prometió “recomponer las jubilaciones un 20%; sin embargo el aumento nunca llegó y por el contrario los haberes jubilatorios están por el piso.
Pero para culminar con un listado que pudiera ser interminable, hay que recordar las promesas que hizo Lenín Moreno durante su campaña; quien en principio era el “delfín” de Rafael Correa -tal y como actualmente es calificado Andrés Arauz-, y tras ganar las elecciones decidió traicionarlo.
En su campaña, Moreno prometió crear 250 mil plazas laborales anuales. En 2018, se desdijo y bajó la cifra a 500 mil en cuatro años. Pero lo que en realidad sucedió fue lo contrario: hasta marzo de 2019, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) informó que más de 300 mil personas estaban desempleadas. Con Lenín en la Presidencia el empleo adecuado se derrumbó; pasó de 38,8 % a 16,7 % entre diciembre de 2019 y junio de 2020.
Por último hay que recordar la peor promesa que el régimen de Nicolás Maduro no solo no cumplió sino que además empeoró. El tirano prometió un dolar oficial a 6,30 bolívares por cada divisa; y sin embargo lo que hizo fue devaluar el bolívar al punto en que actualmente cada moneda norteamericana cuesta 248.567 bolívares.
Estas promesas de cinco líderes de la izquierda en Latinoamérica dejan en evidencia que, los abanderados de la “Revolución Bolivariana” solo se dedican a hacer propuestas populistas que luego en el poder deciden arbitrariamente olvidar.