Principio de acuerdo en la OMC para levantar las patentes de las vacunas anticovid

Falta la aprobación de todos los países miembros, en un contexto en que los casos de coronavirus vuelven a aumentar en Europa y Asia.

Un primer compromiso para levantar temporalmente los derechos de propiedad intelectual sobre las vacunas anticovid se alcanzó en la Organización Mundial del Comercio (OMC) por cuatro de los principales actores de su fabricación, aunque todavía falta la aprobación de todos los países miembros, en un contexto en que los casos vuelven a aumentar en Europa y Asia.

Tras más de un año y medio de debate, la Unión Europea (UE), Estados Unidos, India y Sudáfrica lograron un principio de acuerdo para consensuar una exención que permita multiplicar y diversificar geográficamente la producción de inmunizantes.

Así lo confirmó la directora general de la OMC, la nigeriana Ngozi Okonjo-Iweala, quien definió el compromiso como «un gran paso hacia adelante», aunque aclaró que todavía «hay un gran trabajo que hacer para obtener el apoyo del conjunto de los miembros».

Los detalles del texto no fueron revelados, pero limitaría a las vacunas contra el Covid-19 y deja afuera otros tratamientos y los test, según fuentes diplomáticas.

Esto se acerca a la postura de Estados Unidos, que en mayo del año pasado sorprendió al abandonar su histórica defensa de los derechos de propiedad intelectual para sumarse a los más de 100 países, que dieron un apoyo explícito a la suspensión temporal.

El principio de acuerdo también pone un límite a la cantidad de años que regirá, de tres a cinco años, como también sobre los países en los que se hará efectiva la exención: naciones que hayan fabricado menos del 10% de las exportaciones mundiales de vacunas en 2021.

Esto dejaría afuera a la UE, Estados Unidos y China, donde los laboratorios todavía deberían tener los derechos de los inoculantes que producen, pero alcanzaría a India, sede de importantes empresas del sector y gran proveedor de Covax, el mecanismo multilateral de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para que los fármacos lleguen a los países con menos recursos.

La exención no sería solamente para fines domésticos, lo que significa que un país productor de vacunas bajo estos términos puede exportar a otro miembro elegible.

 

Sudáfrica e India, los impulsores

El 2 de octubre de 2020, antes de la aprobación y uso masivo de cualquier inmunizante, Sudáfrica e India elevaron en la OMC una propuesta para un levantamiento de los derechos de la propiedad intelectual, anticipando que pocos laboratorios iban a intentar acaparar la demanda.

Desde entonces el debate está paralizado, principalmente por la postura de la UE, Reino Unido y Suiza, sede de las grandes farmacéuticas, que apuestan por el contrario a facilitar «el uso de licencias obligatorias», lo que permitiría que más empresas desarrollen fármacos genéricos a cambio del pago de un canon a aquellos que poseen las patentes.

Varias ONGs humanitarias y algunas otras agencias internacionales como la OMS consideran que un levantamiento de los derechos es «esencial para facilitar que se compartan más los conocimientos y se multipliquen rápidamente los sitios de producción de las vacunas».

Sin embargo, y a falta de conocerse la letra chica del acuerdo para un análisis más detallado, varias organizaciones mostraron cierto pesimismo con el compromiso alcanzado.

«La limitación de la exención para las vacunas podría ser letal para quienes se enferman de Covid-19, en particular donde la cobertura es baja. Los criterios de elegibilidad podrían excluir países con capacidad de producción», reaccionó Dimitri Eynikel, asesor de Médicos Sin Fronteras (MSF).

Por su parte, la asociación española Salud por Derecho adelantó que lo que «podría ser recibido como una buena noticia genera «preocupación, ya que no deja de ser una versión descafeinada de la que presentaron originalmente India y Sudáfrica».

Este principio de acuerdo se conoce en momentos en que los contagios de coronavirus vuelven a subir en buena parte de los países europeos y asiáticos, aunque esto no se corresponde con un aumento en el mismo nivel de los fallecimientos.

 

Números que preocupan

En Alemania se superaron por primera vez los 1.600 nuevos positivos cada cien mil habitantes, Italia registró más de 85.000 infecciones, en Francia se prevé un pico de 120.000 a 150.000 para finales de marzo y en Austria se dispersaron los contagios con el levantamiento de restricciones.

Eclipsada de las noticias por la invasión de Rusia a Ucrania, la pandemia continúa y los casos vinculados a China y otros países de Asia provocaron que la curva global de contagios semanales de Covid-19 vuelva a subir, según la OMS.

El gigante asiático incrementó sustancialmente el número de camas de hospital tras anunciar un alza de positivos por la propagación de la variante ómicron, que tiene a millones de personas confinadas por su estrategia de «Cero Covid», que maximiza las restricciones ante la aparición de un eventual mínimo foco de contagio.

Corea del Sur reportó más de 400.000 casos nuevos, un récord para el país que comenzó a aliviar las restricciones pese a la ola de contagios también impulsada por ómicron.

«Este aumento de las infecciones en varias partes del mundo tiene que servir como advertencia para las Américas de que el virus no está bajo control a pesar de la disminución de contagios en la región», alertó la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

En este marco ya se detectaron casos de la variante deltacron, que combina la delta (la más letal) y ómicron (la más contagiosa).

«Por ahora tiene un bajo nivel de circulación», de acuerdo con el primer análisis de la OMS que no descartó, sin embargo, que esta impresión inicial esté relacionada con la caída en el número de pruebas de Covid-19 en la mayor parte de mundo.