El presidente de Rusia, Vladimir Putin, instó hoy a Occidente a actuar rápidamente para satisfacer su demanda de garantías de seguridad que impidan la expansión de la OTAN a la vecina Ucrania y el despliegue de las armas de la alianza militar en ese país.
«Queremos garantizar nuestra seguridad. Lo ponemos en claro: no debe haber más expansión de la OTAN hacia el Este», afirmó Putin en su maratónica conferencia de prensa anual.
El presidente ruso le dio la bienvenida a las conversaciones con Estados Unidos sobre esta cuestión que comenzarán en Ginebra el próximo mes, según anunció ayer el canciller ruso, Serguei Lavrov.
Putin calificó de «positivo» que haya voluntad de Washington para emprender estas conversaciones, que buscan resolver la tensión en la frontera con Ucrania.
Moscú movilizó tropas a la frontera ante la amenaza de la OTAN de sumar a Ucrania a sus miembros, lo que dejaría a Rusia rodeada por el Oeste por la alianza atlántica y por el Este por Japón, Corea del Sur y Taiwán, aliados de Estados Unidos.
«Hemos visto hasta ahora una reacción positiva. Los socios estadounidenses nos dijeron que estaban listos para iniciar esta discusión a principios del año próximo», enfatizó Putin, quien agregó que cualquier futura ampliación de la OTAN era «inaceptable» para Rusia.
La semana pasada, Moscú presentó una serie de documentos de seguridad para exigir a la OTAN que niegue la membresía no solo a Ucrania sino también a otros países ex soviéticos y haga retroceder los despliegues militares de la alianza en Europa Central y Oriental.
«La pelota está en su campo. Deben respondernos», afirmó el mandatario ruso, quien añadió que los representantes de Rusia para las negociaciones con los estadounidenses a principios de año en Ginebra ya fueron elegidos.
Estados Unidos y sus aliados dejaron en claro que no le darán a Rusia el tipo de garantía sobre Ucrania que reclaman.
En una videollamada, el presidente Joe Biden le comunicó a Putin este mes que enfrentará «graves consecuencias» si ataca a Ucrania.
En la conferencia de prensa de hoy, Putin acusó a Occidente «de estar siempre tratando de que Ucrania sea anti-Rusia, constantemente reforzándola con armas modernas y lavando el cerebro a la población».
El presidente ruso sostuvo que su país ya no puede vivir en constante anticipación a las inminentes amenazas a la seguridad planteadas por el posible despliegue de armas occidentales en el país vecino.
Putin además señaló que las armas de la OTAN podrían alentar a las fuerzas belicistas en Ucrania a intentar recuperar el control de las regiones separatistas dominadas por rusoparlantes en el este e incluso intentar recuperar Crimea, territorio que fue anexado por Rusia en 2014, en medio del conflicto bélico en la región.
El mandatario ruso negó tener planes de lanzar un ataque, pero reafirmó que la expansión de la OTAN y el despliegue de armas en Ucrania son una «línea roja».
«Les recuerdo lo que nuestros adversarios han estado diciendo durante siglos: Rusia no puede ser derrotada, solo puede ser destruida desde dentro», apuntó. Según él, esto es lo que provocó la caída de la URSS (Unión Soviética) hace 30 años.