Los ecuatorianos votaron para prohibir la extracción de petróleo en uno de los lugares con mayor biodiversidad del planeta, el Parque Nacional Yasuní, situado en la selva amazónica.
A los ciudadanos se les preguntó en la consulta: “¿Está de acuerdo en que el Gobierno ecuatoriano mantenga las reservas de petróleo del ITT, conocido como Bloque 43, en el subsuelo de forma indefinida?”.
El 58% de los votantes votaron sí en la consulta, rechazando así la explotación petrolera, mientras que el 41% votó no, según informó el Consejo Nacional Electoral de Ecuador (CNE).
La consulta produce cuando se aceleran los impactos del cambio climático causado por el hombre, mientras el mundo continúa quemando combustibles fósiles. El mes pasado fue el más caluroso registrado en el planeta, y algunos científicos advierten que el Amazonas se dirige hacia un punto de inflexión peligroso.
El Parque Nacional Yasuní abarca alrededor de 1 millón de hectáreas en el punto de encuentro de la Amazonía, los Andes y la línea del ecuador terrestre. Se supone que sólo una hectárea de tierra del Yasuní contiene más especies animales que toda Europa y más especies de árboles que las que existen en toda América del Norte.
Pero debajo del parque se encuentra la reserva de petróleo crudo más grande de Ecuador.
En 2007, el presidente Rafael Correa propuso que la comunidad internacional le diera a Ecuador US$ 3.600 millones para mantener tranquilo el Yasuní. Pero el plan fracasó.
En 2016, la petrolera estatal ecuatoriana comenzó a perforar en el Bloque 43 –alrededor del 0,01% del Parque Nacional– que hoy produce más de 55.000 barriles por día, lo que representa alrededor del 12% de la producción petrolera de Ecuador.
Yasunidos, un colectivo ambientalista, ha estado presionando para que se vote para prohibir las perforaciones en el parque durante una década. En mayo, ellos y otros grupos consiguieron una victoria cuando el tribunal constitucional del país autorizó que el voto se incluyera en la papeleta de las elecciones presidenciales celebradas el 20 de agosto.
Algunos políticos, incluido el ministro de Energía, Fernando Santos, han argumentado que una prohibición tendría impactos negativos en la economía de Ecuador.
“Podría causar un daño enorme al país”, dijo Santos a la radio local en junio, según un informe de Reuters, estimando que el país podría perder US$ 1.200 millones en ingresos. También negó que la perforación haya causado daños ambientales.
Pero grupos ambientalistas e indígenas argumentaron que Ecuador necesita alejarse de los combustibles fósiles y proteger el Amazonas, diciendo que otras actividades económicas como el ecoturismo podrían ayudar a llenar el vacío.
“Este referéndum presenta una gran oportunidad para que creemos un cambio de manera tangible”, dijo Helena Gualinga, una defensora de los derechos indígenas de una aldea remota en la Amazonía ecuatoriana.
En una publicación en X (la plataforma antes conocida como Twitter), Yasunidos calificó el resultado como “¡una victoria histórica para Ecuador y para el planeta!”.
Mitch Anderson, director ejecutivo de la organización sin fines de lucro Amazon Frontlines, dijo en un comunicado: “De un solo golpe, el pueblo ecuatoriano asestó un duro golpe a la industria petrolera, protegió uno de los bosques con mayor biodiversidad del Amazonas y mostró la mundo cómo es realmente la acción climática de base”.
Pero Fernando L. Benalcázar, consultor senior de APD Proyectos, que trabaja con la industria extractiva, dijo que los ecuatorianos habían votado a favor de prohibir la perforación “sin comprender las implicaciones para el desarrollo económico y social de Ecuador”.
“Esta decisión trae una tremenda carga financiera, difícil de compensar en el corto plazo”, dijo.
Fuente: CNN