Se acerca la segunda vuelta electoral en Ecuador y con ello nace una nueva disputa: los candidatos a la Presidencia buscarán ganarse el «codiciado voto indígena».
El Consejo Nacional Electoral (CNE) anunció que el delfín de Rafael Correa, Andrés Arauz, y el empresario Guillermo Lasso pasan a segunda vuelta; ahora en la carrera por ganar las elecciones ambos bandos buscarán el respaldo del movimiento indígena que se manifestó en los comicios con el candidato Yaku Pérez quien recibió 1.797.445 votos (19,39%).
Pero Arauz, el candidato del expresidente Rafael Correa, tiene una desventaja en este punto, pues durante su mandato el expresidente izquierdista se dedicó a desprestigiar, minimizar y atentar contra los indígenas ecuatorianos.
Durante su gobierno, Rafael Correa llamó «indios fracasados» a las agrupaciones indígenas que su gestión reprimió. El expresidente tiene un legado no solo represor, sino incluso etnocida frente a los pueblos indígenas de Ecuador.
Desde el 2009 la gestión de Correa condenó a reclusión a los dirigentes indígenas Pepe Acacho y Pedro Mashiant, procesados por el delito de terrorismo organizado, a raíz de una protesta en contra de la Ley de Aguas.
Bajo su mandato, y en medio del choque de la población indígena con las fuerzas de seguridad, murió el profesor Bosco Wisuma, del pueblo indígena shuar, a raíz de un impacto de perdigones.
A esta violencia y persecución encabezada por Correa se suma también que a Secretaría de Comunicación de la Presidencia de Correa lanzó la campaña «una mínima huella para que el todo viva mejor», donde establecía la «necesidad» de excavar para buscar petróleo en la zona selvática del Yasuní, donde habitan pueblos no contactados, es decir, indígenas amazónicos que viven en la naturaleza de forma inalterada.
Hubo una recolecta de firmas masivas para una Consulta Popular que buscaba impedir el ultraje de la selva virgen. No obstante, el régimen de Correa la deslegitimó y nunca consultó a los habitantes de la zona, cuyas tierras, árboles y ríos devastó.
Hay que recordar que además el mismo Correa descalificó como siki ñawi a Yaku Pérez.
Queda esperar cómo se desenvolverán los candidatos en los próximos días y quién logrará materializar el apoyo del voto indígena, pues por un lado Arauz es el pupilo de Correa, quien ha dejado evidencia con los años de subestimar y dañar a las etnias del país.