La ciudad de Rio de Janeiro decidió finalmente suspender su multitudinaria fiesta de Año Nuevo ante la llegada de la variante ómicron de coronavirus a Brasil, una medida tomada por la mayoría de las capitales del país y que suma dudas sobre la realización del célebre Carnaval carioca.
«Vamos a cancelar la celebración oficial de ‘Réveillon’ de Río. Tomo con tristeza la decisión de cancelar los tradicionales festejos con música y fuegos artificiales, que cada año aglomeran a unos tres millones de personas en la playa de Copacabana. Pero no podemos organizar la celebración sin la garantía de todas las autoridades sanitarias», anunció el alcalde Eduardo Paes en sus redes sociales.
El dirigente explicó que el comité de científicos del Ayuntamiento era favorable a los festejos, pero el del Estado de Río no, y decidió aceptar la recomendación «más restrictiva» porque su Gobierno «respeta la ciencia».
«Espero poder estar en Copacabana abrazando a todos en el cambio de 2022 a 2023. Se echará de menos este año, pero lo más importante es que sigamos vacunando y salvando vidas», escribió Paes en Twitter.
Por último, el alcalde se esperanzó con poder realizar el carnaval. «Faltan tres meses… Sigo a la ciencia siempre. Ojalá no haya que cancelarlo», remarcó.
Con este anuncio, Río de Janeiro se convirtió en la capital número 21 de las 27 que tiene Brasil en cancelar las celebraciones de fin de año para evitar contagios masivos de coronavirus, en un país donde 21,2 millones de personas se han infectado de Covid-19 y 615.000 murieron.
La aparición de la variante ómicron, hasta el momento en seis pacientes, encendió la alarma no sólo en Brasil sino también en la región.
El último caso se detectó ayer en Santa Cruz do Sul, en una mujer, con el esquema de vacunación completo, que regresó de un viaje a Sudáfrica la semana pasada. Se encuentra bien, pero aislada en su domicilio y supervisada por las autoridades sanitarias.
Ante la confirmación de la nueva variante en el estado de Rio Grande do Sul, fronterizo con Argentina y Uruguay, las autoridades reforzaron las recomendaciones sanitarias, resaltando la necesidad de usar máscaras, mantener distancia social y, sobre todo, completar la pauta de vacunación.
Además del caso de Rio Grande do Sul, Porto Alegre, el Ministerio de Salud ya confirmó otros cinco casos de infección por la variante ómicron en el país, tres en San Pablo y dos en Brasilia. Los pacientes están aislados y la mayoría asintomáticos.