Río de Janeiro, la ciudad más emblemática de Brasil, comenzó a exigir un comprobante de vacunación contra el Covid-19, tanto a los cariocas como a los extranjeros, para acceder a lugares públicos y puntos turísticos, como el Cristo Redentor, en momentos en los que intenta contener el avance de la variante delta.
El certificado de vacunación es solicitado en algunos lugares como cines, teatros, estadios, gimnasios, piscinas, centros de entrenamiento, clubes, villas olímpicas, circos, salas de conciertos, museos, ferias comerciales, galerías, parques y lugares de recreación infantil.
Ahora hay que presentar el comprobante para visitar las mayores atracciones turísticas de la ciudad como el Cristo Redentor, el cerro del Pan de Azúcar, el acuario, el Jardín Botánico y hasta el estadio Maracaná.
Justamente la prueba de fuego de la medida -con éxito- fue la reapertura, tras más de un año, del Maracaná para el partido que Flamengo le ganó a Gremio de Porto Alegre por 2-0 (doblete de Pedro), por los cuartos de final de la Copa do Brasil.
Los 24 mil hinchas que presenciaron el partido (el 30% de la capacidad del estadio) no solo presentaron el certificado sino además un diagnóstico negativo para el Covid-19 realizado en las últimas 48 horas.
Es que Río de Janeiro no solo fue la segunda ciudad más castigada por la pandemia en Brasil, con 32.895 muertes y 460.999 casos desde el inicio de la crisis, detrás de San Pablo, sino que también se convirtió en el epicentro de la temible variante delta.
En un inédito respaldo a la medida restrictiva de la Alcaldía, el Concejo municipal aprobó, de forma unánime e incluso a favor con legisladores que se oponen a cualquier restricción, una ley que impone una elevada multa (1.000 reales o 200 dólares) a las personas que falsifiquen o presenten un certificado de vacunación fraudulento.
Por ahora, y por la presión de los comerciantes, la obligatoriedad no se extendió a restaurantes, bares, supermercados, tiendas y centros comerciales, que tendrán que respetar las otras medidas preventivas, como restricción del número de personas, distanciamiento y exigencia del uso de mascarillas.
En el marco de la pandemia, la Alcaldía de Río de Janeiro informó que al menos 212.000 personas con más de 50 años no acudieron en el plazo establecido para la aplicación de la segunda dosis de la vacuna y otras 166.000 con más de 18 años no se presentaron en los puestos de inmunización ni para la primera.
Brasil, con cerca de 588.000 muertos y poco más de 21 millones de contagiados, es el segundo país en el mundo en número de víctimas y el tercero en casos, luego de Estados Unidos e India.