Rusia anunció hoy una sorpresiva reducción de sus operaciones militares en Ucrania en torno a Kiev y a Chernígov, otra ciudad norteña, luego de que ambos países informaran de avances en negociaciones mantenidas en Turquía que generaron esperanzas de que puedan poner fin a una cruenta guerra de gran impacto mundial.
El Gobierno ruso señaló que hubo «progresos» sobre la declaración de Ucrania como Estado neutral y que Kiev y Moscú acordaron renunciar a la vía militar para resolver la cuestión de Crimea, la península anexionada por Rusia, y el Donbass, la región del este de Ucrania que Moscú dice querer defender con su invasión.
El viceministro de Defensa de Rusia, Alexander Fomin, indicó que la reducción «radical» de operaciones militares en torno a Kiev y Chernígov buscaba «aumentar la confianza de cara a más conversaciones» tras más de un mes de hostilidades en Ucrania, que dejó miles de muertos y unos 10 millones de refugiados o desplazados.
En declaraciones a la prensa al término del diálogo en la ciudad turca de Estambul, el primero en persona en dos semanas, Fomin, agregó: «Ante el avance de las negociaciones para el acuerdo de neutralidad y el estatus no nuclear de Ucrania el Ministerio tomó la decisión de disminuir cardinalmente la intensidad de la operación militar en las áreas de Kiev y Chernígov», puntualizó.
A su turno, el jefe de la delegación rusa, Vladimir Medinksi, manifestó que las conversaciones fueron «constructivas» y confirmó que Ucrania renunció a sus aspiraciones de retomar Crimea, que Rusia se anexionó en 2014, y el Donbass, por la vía armada. «Esto solo es posible mediante negociaciones», añadió.
Medinski expresó que, además de la desescalada militar, Rusia también propuso celebrar una reunión entre el presidente Vladimir Putin y su par ucraniano, Volodmir Zelenski, simultáneamente con la autenticación de un acuerdo de paz por los cancilleres de ambos países.
«No es un alto el fuego, sino nuestra intención de alcanzar gradualmente una desescalada del conflicto, al menos en estas zonas», explicó en declaraciones a la cadena rusa de noticias RT.
«El comunicado de hoy del Ministerio de Defensa dice que el Estado Mayor General ruso va a revelar en breve los detalles concretos sobre qué significa la ralentización o la desescalada del conflicto en ambas direcciones», precisó Medinski.
El negociador de Ucrania, David Arajamia, por su parte, presentó un detallado conjunto de propuestas con vistas a firmar un acuerdo de paz en virtud del cual su país renunciará a ingresar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), la alianza militar que lidera Estados Unidos, y permanecerá neutral, tal como exige Moscú.
Arajamia reiteró que Ucrania «quiere que varios países, entre ellos la propia Rusia, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, China, Turquía y Polonia, sean garantes del acuerdo de paz definitivo, que los obligará a prestar ayuda militar a Ucrania en caso de un ataque exterior, luego de un máximo de tres días de consultas».
El negociador ucraniano confirmó que las garantías de seguridad que pide Ucrania no se aplicarán a Crimea ni a la parte del Donbass, donde separatistas proclamaron «repúblicas populares» cuya independencia fue reconocida por Rusia días antes invadir Ucrania, el 24 de febrero, informó la agencia de noticias rusa Sputnik.
Arajamia reconoció que Ucrania deseaba discutir la soberanía de Crimea y el Donbass durante un período de 15 años de negociaciones con Rusia «porque ambas partes habían acordado que esas cuestiones se resolverán por la vía diplomática, no por las armas».
Las propuestas de Ucrania, sobre todo la referida a su neutralidad, constituyen un fuerte revés geopolítico para Estados Unidos, que desde 2008 impulsa el ingreso del país a la OTAN, que además suministró toneladas de armas al Ejército ucraniano y adiestramiento a sus fuerzas armadas.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, sostuvo que dudaba de la «seriedad» de Rusia en las conversaciones de paz con Ucrania y que prefería que fueran esos dos países los que hicieran valoraciones sobre la marcha de las negociaciones.
«No he visto nada que sugiera que se esté avanzando de manera efectiva, porque no hemos visto señales de una seriedad real por parte de Rusia», aseveró Blinken en una conferencia de prensa en Marruecos.
En Ucrania, el Gobierno no hizo declaraciones tras las negociaciones en Turquía. Pero si su Ejército constató repliegues militares rusos en los alrededores de Kiev y Chernígov, a unos 150 kilómetros al noreste de la capital.
En tanto, el canciller turco, Mevlut Cavusoglu, consideró que las negociaciones de hoy arrojaron los «avances más significativos» en el plano diplomático desde que comenzó la guerra, y que las partes llegaron a «consensos y entendimientos mutuos en algunos de las cuestiones más importantes».
Cavusoglu agregó que las conversaciones en Estambul, que no continuarán mañana como estaba
previsto, seguirán en un encuentro entre los cancilleres de los países enfrentados en una fecha no especificada, y que una reunión entre Putin y Zelenski también está «en agenda».
Putin afirmó que el otro gran objetivo de la ofensiva en Ucrania, además de conseguir su neutralidad, es proteger del Ejército ucraniano a los habitantes de las dos provincias separatistas del Donbass, Lugansk y Donetsk, donde más de 14.000 personas murieron en ocho años de combates.
Antes de las conversaciones en Turquía, el fin de semana, Zelenski se manifestó dispuesto a aceptar la neutralidad de Ucrania y a considerar un compromiso respecto al Donbass, lo que generó expectativas de cara a la nueva ronda de diálogo y alzas en los mercados.
Las bolsas de casi todo el mundo cerraron con signo positivo
Conocido el resultado de las negociaciones en Estambul, las bolsas -en su mayoría- ganaron aún más terreno en una jornada que empezó al alza, el precio internacional del petróleo cayó casí un 4% y el rublo, la moneda rusa, se valorizó un 10%.
Las bolsas internacionales registraron hoy una tendencia positiva en la mayoría de los principales activos, mientras que el petróleo operó en baja en los mercados de referencia.
Las principales bolsas de la región Asia-Pacífico registraron resultados mixtos, de acuerdo a la agencia Bloomberg: el índice japonés Nikkei ganó 1,10%; Hong Kong 1,12%; Corea del Sur 0,42% y Taiwán 0,16%; en tanto, China descendió 0,33% en su índice Shanghai, y 0,46% en el Shenzhen.
En Europa las principales bolsas operaron con subas: Londres subía 0,86%; París 3,08%; Frankfurt 2,80%; Madrid 2,98% y Milán 2,41%.
En los mercados de Nueva York su principal índice, el Dow Jones Industriales, ganó 0,50% y se ubicó en 35.131,35 puntos; el tecnológico Nasdaq ascendió 1,26%; y el índice selectivo S&P 500 subió 0,67%.
La Bolsa de San Pablo ascendió 0,84% y se ubicó su principal índice, el Bovespa, en 119.734,48 puntos.
Además los futuros de granos se negociaron en el Mercado de Chicago con tendencia negativa: la soja perdió 1,48% para ubicarse en US$ 602,41 la tonelada en los contratos futuros de mayo.
En tanto, el maíz bajó 3,67% hasta los US$ 283,84 la tonelada, y el trigo descendió 4,06% y se comercializó en US$ 372,58, también en los contratos de mayo.
Respecto del precio del petróleo, el crudo West Texas Intermediate (WTI), que cotiza en el mercado de futuros de Nueva York (Nymex), bajó 3,79% y se comercializó a US$ 101,94 el barril en los contratos con entrega en mayo; en tanto que el Brent, que opera en el mercado
electrónico de Londres (ICE), se transó a US$ 108,23 y perdió 3,78% para su entrega en mayo.
Por último, el bono a 30 años de los Estados Unidos mostró un rendimiento de 2,39%, mientras el título a 10 años rindió 2,41% anual, y el mismo activo a dos años contabilizó una renta de 2,51%.
Siguen los combates
Un ataque ruso alcanzó hoy la sede de la administración regional de Mikolaiv, ciudad ucraniana sureña cercana a Odesa, y dejó al menos siete muertos, mientras los servicios de emergencia buscaban más civiles y a tres militares entre los escombros, informó el Gobernador de esta región del sur de Ucrania en Facebook.
Al menos siete personas murieron y 22 otras resultaron heridas, confirmó el presidente Zelenski, citado por la agencia de noticias AFP.
«El edificio de la administración regional fue alcanzado», escribió el gobernador Vitaly Kim, y agregó que la mayoría de las personas que se encontraban en el interior «salieron ilesas».
El funcionario explicó que «la mitad del edificio quedó destruido y su oficina se vio afectada por el ataque», cometido por las fuerzas rusas en el marco de la invasión a Ucrania, iniciada el 24 de febrero último, y en el que casi en simultáneo avanzaban las negociaciones de paz en Turquía.
«Los rusos se dieron cuenta de que no podían tomar Mikolaiv y decidieron saludarme a mí, a todos nosotros bombardeando el edificio», ironizó Kim.
El gobernador Kim refirió que en el momento de la explosión había «entre 50 y 100 personas en el interior del edificio», acotó la agencia de noticias Europa Press.
La ciudad portuaria de Mikolaiv registró ataques por parte de las fuerzas rusas durante varias semanas.
El pasado 19 de marzo un bombardeo lanzado desde la región de Jerson dejó decenas de víctimas mortales, la gran mayoría militares.
Hoy mismo, Valentin Reznichenko, quien se encuentra al frente de la administración militar regional de Dnepropetrovsk, señaló que las tropas rusas «llevaron a cabo una serie de ataques en la zona».
«En el distrito de Novomoskovski un misil golpeó una granja y al menos una persona resultó herida», según la agencia de noticias Unian.
Además otro proyectil cayó en la región de Nikopol, sin que trascendieran otras informaciones al respecto.
Por otra parte, en su reporte diario el Ministerio de Defensa ruso informó de 68 objetivos militares destruidos en Ucrania en la última noche.
El vocero de Defensa, general mayor Ígor Konashenkov, precisó que este número incluye tres puestos de mando, cuatro sistemas de misiles antiaéreos, un radar, cinco lanzacohetes múltiples, tres aparatos aéreos no tripulados, dos depósitos de municiones, tres depósitos de combustible y 19 instalaciones de material bélico, reportó la agencia de noticias Sputnik.
«En la noche del 28 de marzo, los misiles de crucero aire-tierra de alta precisión destruyeron un importante centro de distribución de hidrocarburos cerca de Klevan, en la provincia de Rivne, que suministraba combustible para equipos militares ucranianos en los suburbios de Kiev», apuntó el informe oficial.
La Fuerza Aérea de Ucrania, en tanto, aseguró que en las últimas 24 horas derribó 17 objetivos aéreos «enemigos», incluidos ocho aviones y tres helicópteros, recogió la agencia Europa Press.
«La Fuerza Aérea atacó 17 objetivos aéreos: ocho aviones, tres helicópteros, cuatro vehículos aéreos no tripulados y dos misiles de crucero», señaló el comunicado de las Fuerzas Armadas de Ucrania publicado en Facebook.
Las Fuerzas de Defensa ucranianas «siguen manteniendo la defensa circular de la ciudad de Mariúpol y defienden y disuaden el avance del enemigo en la región de Chernígov», agregó el reporte.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ayer confirmó al menos 1.151 civiles muertos en Ucrania por la invasión rusa.
Unos 3,87 millones de ucranianos huyeron al extranjero por la guerra y unos 6,5 millones dejaron sus hogares para asentarse en otras partes de Ucrania, según la ONU.
La Cruz Roja dijo hoy que 18 millones de personas necesitarán ayuda humanitaria en Ucrania.
Más sanciones para la economía rusa
Estados Unidos y sus aliados están considerando ampliar las sanciones a Rusia a más sectores de la economía en el marco de la invasión en Ucrania, según indicó el Departamento del Tesoro norteamericano.
«Planeamos apuntar a sectores críticos para la capacidad del Kremlin de operar su maquinaria de guerra», sostuvo el subsecretario del Tesoro, Wally Adeyemo, de acuerdo con el texto de un discurso que pronunciará ante el centro de pensamiento Chatam House en Londres y que fue adelantado por las agencias AFP y Bloomberg.
De acuerdo al funcionario, las sanciones tendrán «el objetivo de socavar la capacidad de Rusia para construir y mantener sus herramientas de guerra» y apuntarán a las «empresas en sectores que permiten la actividad maliciosa del Kremlin».
Si bien Adeyemo no especificó detalles de las mismas, las medidas «también pretenden interrumpir las cadenas de suministro de estas compañías».
De efectivizarse, no se tratará de la primera sanción de Washington contra Moscú desde el inicio de la guerra.
A principios de marzo, Estados Unidos estableció un embargo sobre la importación de petróleo, gas natural y carbón de Rusia, país que concentra las principales reservas mundiales de gas y lidera las exportaciones mundiales de crudo.
Asimismo, junto con Canadá y varios países europeos, cerró sus espacios aéreos a los aviones rusos, y como respuesta Aeroflot -la aerolínea más grande de Rusia- canceló sus operaciones internacionales.
A esto se sumó el retiro de múltiples empresas estadounidenses y multinacionales del territorio ruso, incluyendo a McDonald’s, Starbucks, Coca-Cola, Visa, MasterCard, Disney, ExxonMobil y General Motors, además del congelamiento de activos al presidente de Rusia, Vladimir Putin, funcionarios del Kremlin y de la Duma; y a más de 1.000 personas, oligarcas y entidades vinculadas con el gobierno de ese país.
Del mismo modo, la semana pasada, Estados Unidos congeló los bienes «de 48 grandes empresas públicas del sector de la defensa, además de Tactical Missiles Corporation, conglomerado de defensa estatal cuyo armamento está fuertemente desplegado en Rusia», según indicó un comunicado del Departamento del Tesoro.
Las sanciones motivaron al colapso del rublo, y, de acuerdo a analistas consultados por la agencia Bloomberg, se espera que el país entre en una recesión del 9,6% para este año junto con una inflación que alcanzará el 20% durante el segundo trimestre.
«Ahora que nuestras acciones han mermado la capacidad de Rusia de utilizar los activos de su banco central para apuntalar su economía y financiar la brutal guerra de Putin, centraremos cada vez más nuestros esfuerzos en perseguir industrias que son críticas para la capacidad de Rusia de proyectar poder», subrayó Adeyemo.
Por su parte, el funcionario enfatizó que las nuevas sanciones contra Moscú se implementarán en «coordinación» con otros países y que también abarcarán a «cualquiera» que brinde apoyo material a las entidades sancionadas.
En ese sentido, para Adeyemo, las plataformas de intercambio de criptomonedas y las empresas fantasmas podrían ser formas mediante las cuales Rusia podría esquivar las medidas.
Las plataformas cripto entraron en la mira ya que, si bien impulsaron las donaciones a Ucrania, las mismas, al ser anónimas, también permitirían evadir las sanciones.
«Nuestros aliados y socios están comprometidos a tomar otros pasos adicionales significativos para constreñir la economía rusa, en tanto continúe la invasión», concluyó el segundo de la cartera conducida por Janet Yellen.
Biden no se retractó de haber dicho que Putin no puede seguir en el poder
El presidente de Estados Unidos Biden aseguró que no se disculpará por haber dicho que su par ruso Putin no debería seguir en el poder y explicó que su polémico comentario fue por la «indignación moral» que le causa ver lo que ocurre en Ucrania y no porque busque un cambio de Gobierno en Rusia.
«No me retracto para nada. Quiero dejar claro que no estaba ni entonces ni ahora articulando un cambio de política. Estaba expresando la indignación moral que siento, no me disculpo por mis sentimientos personales», precisó el mandatario en la Casa Blanca, informó la agencia de noticias AFP.
«Y creo que saben, (que) si (Putin) continúa en este rumbo, se convertirá en un paria en todo el mundo, y quién sabe en qué se puede convertir en casa en términos de apoyo”, agregó.
Más temprano, Rusia calificó de alarmantes los comentarios que el mandatario estadounidense hizo el fin de semana en Polonia durante una gira por Europa centrada en la invasión rusa a Ucrania.
«Son declaraciones que generan alarma y continuamos siguiendo atentamente las declaraciones del presidente estadounidense», aseguró el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, informó la agencia de noticias rusa Sputnik.
El sábado último, en el Castillo Real de Varsovia, durante su visita a Polonia, Biden exclamó que Putin no podía «permanecer en el poder», que la guerra en Ucrania no era «digna del pueblo ruso» y le advirtió a Moscú que «no se le ocurra avanzar» sobre territorio de la OTAN.
Inmediatamente y durante las 48 horas siguientes, el Gobierno estadounidense se vio obligado a resaltar que Estados Unidos no defiende un «cambio de régimen» en Rusia.
Tras ello, en la Casa Blanca, Biden aclaró que esa «última parte del discurso era para el pueblo ruso y también se lo estaba diciendo al mundo entero».
«Es explicitar un hecho sencillo y decir que este tipo de comportamiento es totalmente inaceptable. La forma de lidiar con ello es fortalecer a la OTAN, mantenerla completamente unida y ayudar a Ucrania en lo que podamos», añadió, según la cadena CNN.
Al ser consultado sobre si le preocupaba que Putin viera el comentario como una escalada entre ambos países, se mostró escéptico de que el líder ruso pudiera dejarse influir por cualquier evento externo, incluido su comentario.
«No me importa lo que él piense. Va a hacer lo que va a hacer», subrayó, al tiempo que evaluó que Putin «no se deja influenciar por nadie, ni por sus propios asesores», y reiteró que «dado su comportamiento reciente, la gente debería entender que hará lo que cree que debería hacer, punto».
En paralelo a los comentarios de Biden, el Pentágono anunció planes para desplegar seis aviones que se especializan en guerra electrónica y alrededor de 240 miembros del personal de la Armada para reforzar las defensas de la OTAN en Europa del Este.
El vocero del Pentágono, John Kirby, explicó que estaba previsto que el avión EA-18G «Growler» con base en la Estación Aérea Naval de Whidbey Island, en el estado de Washington, llegara a la base aérea de Spangdahlem, en Alemania, donde estarán estacionados, y remarcó que no estaban destinados para su uso en Ucrania.