guerra en Ucrania

Rusia atacó a Ucrania

Rusia inició hoy una cruenta invasión a Ucrania con bombardeos en todo el país, mientras su presidente, Vladimir Putin, no solo desestimó «condenas y sanciones internacionales» sino que además advirtió que cualquier intento de intervención tendrá «consecuencias que nunca han visto».

En Kiev, Járkiv, Odesa y Mariupol se oyeron grandes explosiones antes del amanecer mientras los líderes mundiales condenaban el inicio de una invasión rusa que podría provocar enormes bajas y derribar el gobierno ucraniano elegido de forma democrática.

En tanto, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, informó que al menos 80 personas murieron y centenares resultaron heridas hasta ahora en lo que calificó de «guerra a gran escala» iniciada por Rusia desde el este, norte y sur del país vecino.

La Guardia Fronteriza ucraniana señaló que fuerzas terrestres rusas habían ingresado en la región de Kiev, la capital.

En respuesta, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) acordó reforzar sus fuerzas aéreas, terrestres y marítimas en el flanco este de la alianza militar liderada por Estados Unidos, cerca de las fronteras de Ucrania y Rusia.

Por su parte, el Ejército ruso reveló que destruyó todas las defensas aéreas de Ucrania en cuestión de horas, ucranianos fueron vistos huyendo de algunas ciudades y autoridades europeas declararon el espacio aéreo de Kiev zona de conflicto activo.

Líderes mundiales deploraron el inicio de una invasión que venían anticipando hace semanas y que presagia amplias repercusiones globales; en tanto los mercados se hundieron, y los precios del petróleo y el trigo se dispararon.

El ataque ruso podría causar enorme cantidad de víctimas, derribar el Gobierno prooccidental ucraniano y alterar radicalmente el balance de seguridad y geopolítico europeo posterior a la Guerra Fría entre Estados Unidos y la ex Unión Soviética.

Gobiernos de todo el mundo preparaban más sanciones contra Rusia luego de semanas de infructuosos esfuerzos diplomáticos, aunque las potencias afirmaron que no intervendrán militarmente para defender a Ucrania.

Por su parte, Zelenski cortó las relaciones diplomáticas con Rusia y declaró la ley marcial porque Moscú «había atacado infraestructura militar nacional».

El Gobierno ucraniano, en un principio, urgió a los habitantes a permanecer en sus casas y a no entrar en pánico, pero luego Zelenski, en una publicación de Facebook, llamó a la gente a salir a las calles y protestar contra la ofensiva.

«Las fuerzas ucranianas llevan a cabo encarnizados combates. El enemigo ha sufrido pérdidas importantes que serán aún más importantes. Rusia nos quiere destruir», aseveró Zelenski, antes de su mensaje por Facebook.

En tanto, el Ejército ucraniano aseguró haber matado a 50 ocupantes rusos, y derribado cinco aviones y un helicóptero en el este del país.

En un discurso televisado en horas de la madrugada, Putin justificó el ataque como una forma de proteger a los habitantes civiles de dos regiones separatistas y rusoparlantes del este de Ucrania cuya independencia reconoció esta semana.

Además, el presidente acusó a Estados Unidos y sus aliados de haber rechazado exigencias rusas de que Ucrania no ingrese a OTAN y otras garantías de seguridad.

Por último, explicó que su intención no era ocupar Ucrania sino «desmilitarizar» y «desnazificar» el país y llevar ante la Justicia a responsables de crímenes.

Dentro de este contexto, el presidente estadounidense, Joe Biden, llamó a Zelenski para expresarle su «apoyo» y, en un comunicado escrito, condenó «el ataque no provocado e injustificado por parte de las fuerzas militares rusas» y sostuvo que el mundo «hará responsable a Rusia».

Las autoridades ucranianas cerraron el espacio aéreo a la aviación civil por motivos de seguridad.

Los ataques comenzaron primero desde el aire, pero luego la Guardia Fronteriza difundió imágenes en las que se veía una larga fila de blindados rusos cruzando a Ucrania desde la península de Crimea, que Rusia se anexionó en 2014.

Las sirenas de aviso de bombardeos se activaron en la capital, en Odesa y en Leópolis (Lviv), donde Estados Unidos y otros países habían desplazado sus embajadas.

El Ejército ruso manifestó que estaba atacando instalaciones militares ucranianas con «armas de alta precisión», reivindicando que habían destruido los sistemas de defensa antiaérea y haber dejado «fuera de servicio» las bases aéreas de Ucrania, al tiempo que indicó que los separatistas del este «están avanzando y tomando el control de los territorios».

Zelenski urgió a la comunidad internacional a crear una «coalición anti-Putin»; mientras que Putin advirtió contra posibles intervenciones de otros países.

«Quien sea que trate de obstruirnos, y ni que hablar que cree amenazas contra nuestro país y nuestro pueblo, debe saber que la respuesta rusa será inmediata y provocará consecuencias que nunca han visto en la historia», amenazó.

«Nadie debería dudar de que un ataque directo a nuestro país acarreará la destrucción y horribles consecuencias para cualquier potencial agresor», agregó.

Biden se reunirá hoy virtualmente con los líderes del G7 y también hay previstas reuniones de emergencia de los dirigentes de la Unión Europea (EU) y de la OTAN.

A mediados de este mes, las hostilidades volvieron a estallar dramáticamente en la línea de separación entre las tropas de Ucrania y las fuerzas de las provincias separatistas Donetsk y Lugansk, en la peor ola de violencia tras los Acuerdos de Minsk suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015 para una solución política del conflicto.

El lunes Rusia reconoció la independencia de Donetsk y Lugansk. Ambos territorios declararon unilateralmente su independencia de Ucrania en mayo de 2014 tras desconocer a las nuevas autoridades surgidas de lo que consideran un golpe de Estado producido en Kiev y desde entonces no cesa el conflicto entre el Gobierno central.

 

Desolación, bombardeos y cadáveres calcinados en el este de Ucrania

En las primeras horas del ataque del Ejército ruso a diferentes regiones ucranianas, en su mayoría infraestructuras militares, aeropuertos y aeródromos, los bombardeos y disparos de artillería dejaron imágenes de desolación y cadáveres calcinados en las calles del este de Ucrania.

Esta mañana una mujer se detuvo ante el cadáver de un hombre y gritó: «¡Que país de mierda!», un sonido arenoso y gutural que rebota entre los escombros de lo que horas antes había sido un barrio residencial de la ciudad de Chuguev, a 30 kilómetros al este de Jarkov, la segunda urbe de Ucrania, uno de los primeros objetivos de la invasión militar lanzada por Rusia.

Cerca del cadáver está postrado su hijo de unos 30 años. «Le había dicho que nos fuésemos», se repetía a sí mismo entre llantos. Sus únicos testigos son los restos calcinados de un viejo vehículo marca Lada y los resabios del aullido de la mujer que se pierden entre polvo y el olor a quemado.

En Chuguev los bombardeos rusos resonaron durante parte de la noche. El misil dejó un cráter de cuatro a cinco metros de diámetro entre lo que minutos antes eran dos edificios de cinco pisos y hoy quedaron reducidos a esqueletos de material y llamas que los bomberos intentan extinguir.

Cuatro edificios quedaron completamente destruidos. Sobre ellos se levantaba una espesa columna de humo negro.

Numerosas edificaciones más alejadas ostentan el estallido de sus vidrios en las ventanas, cuyos marcos se descuelgan hacia el vacío, como si fuera el último arrebato de escapar del impacto.

Si bien la Policía ucraniana no difundió un balance de daños por la mañana, parecían considerables.

Serguei, de 67 años, quien sufrió algunas contusiones durante los bombardeos, intenta tapar las ventanas de la planta baja de su departamento con una mesa. «Me quedaré aquí. Mi hija está en Kiev y allí es parecido», aseguró sobre las explosiones registradas durante la mañana en las principales ciudades del país, incluida la capital.

Según él, el misil estaba dirigido al aeropuerto militar próximo. «Formaba parte de los objetivos que Putin había citado, ni siquiera me sorprendió», continuó.

El Ejército ruso afirmó hoy haber destruido los sistemas de defensa antiaérea y haber dejado «fuera de servicio» las bases aéreas ucranianas. También indicó que «la población civil no tiene nada que temer», si bien Kiev informó una decena de civiles muertos.

La guardia fronteriza ucraniana anunció incursiones terrestres rusas desde varios puntos, también desde el este, en la región separatista de Lugansk. La población local, curtida por ocho años de conflicto armado con rebeldes prorrusos, tiene claro qué debe hacer.

«Si continúan bombardeándonos, voy a encontrar armas y a defender mi patria, poco importa si tengo 62 años», aseguró Vladimir Levashov, habitante de Chuguev. De su lado, el Ejército ucraniano es omnipresente en las principales rutas del este.

«La ofensiva está en marcha sobre toda la línea de demarcación en las regiones de Lugansk y Donetsk», declaró Alexéi Babchenko, vocero de la defensa civil. «Los combates se desarrollan por todos lados», añadió.

A 300 kilómetros de allí, en Mariupol, potentes explosiones sacudieron la principal ciudad portuaria en el este del país, relativamente a salvo de las hostilidades de las últimas semanas.

En esa zona, cercana a la línea del frente, empiezan las evacuaciones de población civil en pueblos como Zoloty y Gorsky.

Más lejos, en el Municipio de Novotoshkovka, la evacuación ya no es posible. Horas después del inicio del ataque, los disparos de artillería rusos son demasiado intensos y las comunicaciones complicadas.

 

Rusia destruyó 74 instalaciones militares, entre ellos 11 aeropuertos

El Ejército ruso destruyó 74 objetivos militares en Ucrania en el marco de la operación lanzada hoy, informó hoy el portavoz del ministro de Defensa ruso, Ígor Konashenkov.

«Las Fuerzas Armadas inutilizaron 74 objetivos terrestres de la infraestructura militar de Ucrania», precisó.

«Los proyectiles de alta precisión destruyeron además 11 bases aéreas, tres centros de mando, una base naval y ocho radares de sistemas antiaéreos, entre otras instalaciones militares», enumeró.

Konashenkov comunicó también «el derribo de un helicóptero de combate y cuatro drones de ataque Bayraktar TB2, de fabricación turca».

El portavoz indicó que un avión Su-25 de la Fuerza Aeroespacial de Rusia sufrió un accidente sin precisar el lugar exacto. «El piloto, agregó, se catapultó, está vivo y regresó a su base», indicó.

En una operación quirúrgica con misiles de alta precisión, las fuerzas rusas dijeron haber inutilizado las bases aéreas de Ucrania y sus sistemas antiaéreos y otras infraestructuras militares.