Rusia lanzó hoy ataques contra instalaciones ferroviarias y depósitos de combustible de Ucrania lejanas a la línea de frente de su actual ofensiva en el este, luego de que los jefes de la defensa y la diplomacia de Estados Unidos visitaran Kiev y renovaran su apoyo al Gobierno ucraniano.
En tanto, autoridades informaron de un gran incendio en un depósito de combustible en el oeste de Rusia, no lejos de la frontera de Ucrania, pero señalaron que no estaba claro el porqué de los fuegos.
Con la guerra ya en su tercer mes y Rusia a la ofensiva en la región del este de Ucrania conocida como Donbass, los secretarios de Estado y Defensa estadounidenses, Antony Blinken y Lloyd Austin, prometieron ayer más ayuda a Ucrania durante una visita a su capital.
Tras reunirse con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, los funcionarios del presidente Joe Biden confirmaron que Washington aprobó una venta de municiones a Ucrania por 165 millones de dólares, así como créditos por más de 300 millones para comprar otras provisiones.
Consultado sobre la reunión, Blinken afirmó hoy que el apoyo a Ucrania y la presión a Rusia de un Occidente unido estaban teniendo «resultados reales».
«En lo que se refiere a las metas de guerra de Rusia, Rusia está fracasando. Ucrania está teniendo éxito», agregó.
En Rusia, en tanto, el presidente Vladímir Putin acusó a Estados Unidos y sus aliados de tratar de «partir a la sociedad rusa y destruir a Rusia desde adentro con una andanada de sanciones sin precedentes».
El inicio del tercer mes de guerra coincide con informes de combates y bombardeos rusos en las dos provincias que forman el Donbass, las de Lugansk y Dontesk, que parecen marcar una nueva fase de la ofensiva comenzada el 24 de febrero con una invasión rusa en tres frentes.
En pocos días, Rusia posicionó sus tropas cerca de Kiev y bombardeó lugares militares y civiles durante varias semanas.
Luego Moscú retiró esas tropas a fines de marzo y anunció una campaña para «liberar» el Donbass, que es fronterizo con Rusia y de mayoría rusoparlante.
Ucrania dio por iniciada esa ofensiva la semana pasada, hablando de intensos combates y ataques rusos en varias ciudades.
Rusia reportó desde entonces una intensificación de bombardeos en toda Ucrania, pero sobre todo en el Donbass.
La semana pasada, Rusia logró terminar de conquistar casi por completo la sureña ciudad ucraniana de Mariúpol, ubicada en Dontesk, aunque un grupo de combatientes ucraniano sigue atrincherado en una planta siderúrgica de la localidad.
El fin de semana, Ucrania apuntó que fuerzas rusas volvieron a lanzar ataques aéreos contra el complejo metalúrgico para tratar de desalojar a los alrededor de 2.000 combatientes.
Desconfianza
Unos 1.000 civiles también están refugiados en la planta, según el Gobierno ucraniano, y el Ejército ruso prometió abrir un corredor humanitario hoy para permitirles salir. La afirmación fue recibida con escepticismo por Ucrania.
La vice primera ministro, Iryna Vereshchuk, sostuvo en Telegram que Ucrania no consideraba segura la ruta de evacuación y que Rusia ya había violado acuerdos similares previos para evacuar a civiles de Mariúpol y otras zonas de combate.
La funcionaria pidió que la ONU supervise la evacuación. Rusia sitió y bombardeó Mariúpol, ubicada sobre el mar de Azov, desde principios de marzo.
Su captura permitiría a Rusia obtener un puerto adonde poder hacer llegar materiales para la guerra en Ucrania y, sobre todo, establecer un corredor terrestre desde su territorio, pasando por el Donbass, hasta Crimea, la península ucraniana que Moscú se anexionó en 2014.
Hoy, Rusia dirigió su fuego hacia otras partes de Ucrania, golpeando con misiles y ataques aéreos blancos en puntos lejanos al Donbass, aunque con la aparente meta de perturbar el movimiento de provisiones y combustibles que necesitan las tropas de Ucrania del frente este.
El director de los ferrocarriles ucranianos, Oleksandre Kamyshin, manifestó en Telegram que cinco estaciones de trenes del centro y oeste de Ucrania fueron alcanzadas por fuego ruso.
Autoridades de la provincia central de Vinnytsia, en el centro-oeste de Ucrania, confirmaron que cinco personas murieron y 18 resultaron heridas en ataques contra instalaciones ferroviarias cerca de dos localidades, según consignó la agencia de noticias AFP.
Por otra parte, un misil lanzado por Rusia provocó un incendio en la estación de tren de la localidad de Krasne, cerca de Leópolis, en el oeste de Ucrania, informó el gobernador regional.
Rusia también destruyó una refinería de petróleo y varios depósitos de combustible en la ciudad central ucraniana de Kremenchuk, expresó el vocero del Ministerio de Defensa ruso, general Igor Konashenkov, desde Moscú.
En total, aviones rusos destruyeron 56 objetivos en Ucrania en las últimas horas, agregó el general.
En tanto, un gran incendio se reportó hoy en un depósito de combustible en la ciudad rusa de Bryansk, a 100 kilómetros de la frontera ucraniana, precisó el Ministerio de Emergencias ruso, que no explicó la causa del fuego, aunque confirmó el daño.
También hoy, al caer la noche, el gobernador de la región rusa de Belgorod, fronteriza con Ucrania, acusó a Ucrania de haber bombardeado una aldea y afirmó que el ataque dejó dos civiles heridos y dañó varias casas.
El mes pasado, Rusia señaló que dos helicópteros militares ucranianos habían bombardeado un depósito de combustible en la región de Belgorod.